Por: René Anaya
Todavía es muy pronto para señalar los efectos definitivos de la pandemia en los niños, pero ya hay estudios que permiten identificar algunas características de bebés y preescolares. En adolescentes ya se ha documentado que hubo ciertos retrasos en su desarrollo, pues el proceso de socialización se vio muy afectado por el confinamiento. Sin embargo, faltan más estudios al respecto.
Lo que se conoce es que, como en el caso de pacientes con covid-19, los sectores más afectados son los de bajos ingresos y, en el caso de los Estados Unidos, los negros y migrantes, ya que tienen menores oportunidades de contar con servicios médicos y asistenciales. Por supuesto, algo semejante sucede en otros países, como México.
Lo que la pandemia nos dejó
Los cambios de estilo de vida provocados por la pandemia (confinamiento, trabajo y clases en casa, pérdida de empleo, estrés y ansiedad, entre otros), han repercutido en las relaciones familiares y sociales, así como en el crecimiento y desarrollo de niños y adolescentes.
Por ejemplo, se ha modificado el desarrollo neurológico de los niños a los seis meses: “los bebés nacidos durante la pandemia […] obtuvieron puntajes significativamente más bajos en los subdominios de motricidad gruesa, motricidad fina y habilidades sociales”, en comparación con niños nacidos unos años antes (ambos grupos fueron evaluados por sus padres mediante un cuestionario), refieren la pediatra Dani Dimitru y colaboradores en el artículo Association of Birth During the Covid-19 Pandemic With Neurodevelopmental Status at 6 Months in InfantsWith and Without In Utero Exposure to Maternal SARS-CoV-2 Infection.
En el trabajo, publicado el 4 de enero de este año en JAMA Pediatrics, consideran que el estrés materno relacionado con Covid-19 puede ser un factor del retraso. “Los factores estresantes informados han incluido la pérdida del trabajo, la inseguridad alimentaria y la pérdida de la vivienda. La pandemia ha causado un aumento significativo de los síntomas de ansiedad y depresión”.
Por su parte, Sean Deoni y colaboradores, en un artículo preimpreso (aún no certificado por pares), disponible en PubMed.gov, informan que a partir de un estudio longitudinal en curso sobre neurodesarrollo infantil, compararon las habilidades cognitivas generales de niños en 2020 y 2021 con las del periodo de 2011-2019.
“Los niños nacidos durante la pandemia tienen un rendimiento verbal, motor y cognitivo general significativamente reducido en comparación con los niños nacidos antes de la pandemia. Además, los varones de familias de bajo nivel socioeconómico han sido los más afectados”.
Retraso en el aprendizaje
Los niños en edad escolar también han sufrido estragos por la pandemia. En el trabajo The Pandemic Generation (La generación de la pandemia), publicado el 12 de enero de este año en la revista Scientific American, Melinda Wenner Moyer, editora de la revista, plantea que puede estarse ampliando la brecha de aprendizaje y desarrollo entre los niños en edad escolar de bajos ingresos y de mejores recursos.
“En los Países Bajos, los investigadores descubrieron que a los niños les fue peor en las evaluaciones nacionales en 2020, en comparación con los tres años anteriores, y que las pérdidas de aprendizaje fueron hasta 60 por ciento mayores en niños de familias con menos educación”, refirió Wenner Moyer.
Asimismo, señala que en Etiopía, Kenia, Liberia, Tanzania y Uganda algunos niños han perdido hasta un año completo de aprendizaje. En los Estados Unidos la situación es semejante: los estudiantes negros tienen un retraso de tres a cinco meses, en tanto que los blancos están retrasados de uno a tres meses.
Sin embargo, Sean Deoni advierte que probablemente aumentarán un poco los niños con dificultades, pero la mayoría estará bien, ya que los niños son muy resistentes, pero reconoce que en los primeros mil días de vida se establecen los cimientos cruciales.
Por ahora, a unos 800 días del nacimiento de la primera generación de la pandemia en América, en marzo de 2020, algunos investigadores consideran que faltan más estudios y observaciones del desarrollo infantil, como la psicóloga de niños y adolescentes Moriah Thomason, de la Universidad de Nueva York, quien con optimismo manifiesta: “No espero que nos encontremos con que hay una generación herida por esta pandemia”.
@RenAnaya2
f/René Anaya Periodista Científico
*Publicado en la Revista Rostros