Las tomas clandestinas empleadas para robar combustible son una “bomba de tiempo” que pueden generar explosiones, derrames y daños severos al suelo, cultivos y medio ambiente; por lo que, autoridades de Hidalgo hicieron un exhorto a la población a no acercarse a estas y denunciar la infraestructura ilegal de la que tengan conocimiento.

En conferencia de prensa, Guillermo Olivares Reyna, secretario de Gobierno estatal; Salvador Cruz Neri, secretario de Seguridad Pública; Santiago Nieto Castillo, encargado de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo; y Francisco Quijas Cruz, subsecretario de Protección Civil y Gestión de Riesgos; expusieron los peligros que representan las tomas clandestinas, de las cuales se han detectado entre cinco y 10 más cada día.

En Hidalgo, pasan cinco líneas de Petróleos Mexicanos, con una longitud de 322 kilómetros, para el traslado de hidrocarburo y dos ductos de gas; de septiembre a la fecha, el gobierno estatal desactivó solo 36 tomas clandestinas y, en coordinación con el Ejército y la Guardia Nacional, se desmantelaron tres “huachitúneles” y se han recuperado un millón 800 mil litros de combustible.

“Hemos generado ahorros multimillonarios”, destacó Olivares Reyna pues se calculó que en los tres túneles clausurados, ubicados en Tlaxcoapan y Cuautepec, se extraían 420 mil,  210 mil y 294 mil litros cada día.

Asimismo, derivado de las labores de inteligencia y gracias a las denuncias ciudadanas, se han efectuado 27 cateos, logrando asegurar drogas, armas de fuego, cartuchos y se detuvieron a 34 personas; además, se han desglosado 14 carpetas de investigación a la Fiscalía General de la República, cuatro están en entrega de indicios, en seis más se está haciendo el desglose, dos tienen solicitud de audiencia y una fue turnada a la Fiscalía de Delincuencia Organizada.

Bajo ese contexto, las autoridades coincidieron que se ha actuado de manera oportuna en muchos casos, evitando que suceda otro Tlahuelilpan; por lo que, pidieron a las personas tener autocuidado, evitar acercarse a las tomas por curiosidad o para sacar provecho de las fugas que puedan registrarse.

Por su parte, Francisco Quijas explicó que las tomas representan un riesgo por el derrame de combustible que puede suceder, pues el hidrocarburo terminar contaminando el suelo, drenaje y cultivos cercanos; además, implica una probable explosión y, el uso de huachicol en vehículos, puede afectar las unidades debido a que el químico no está tratado correctamente.