Por: Bethel García Vargas

La semana pasada mencionaba en mi columna que la onda de calor duraría 15 días más, pero después me llegó un mensaje con las noticias que ya había terminado, pero que se presentarían otros fenómenos que actuarían sobre el cambio de temperatura.

Precisamente por esa onda de calor se registró en México la temperatura más alta del mundo, eso se dio en “El valle de la muerte”, Sonora, el cual registró en la semana 80°C a ras de suelo; en cambio, en el desierto del Sahara se registraba una temperatura de 21°C, considerando eso, casi cualquier zona del país es más caliente que el desierto.

En ciudades donde el clima es frío o más fresco en cualquier época del año, estamos padeciendo los estragos de esta onda de calor, aunado a ello la sequía y desabasto de agua de forma continua en diferentes puntos de la ciudad, todo eso no solo provocado por la onda de calor, sino por la deforestación que hemos realizado durante años para seguirnos expandiendo, quitando áreas verdes que son pulmones y refrescan las zonas donde se encuentran, optando por lugares lisos, plazas amplias sin alguna sombra o área verde.

Es cierto que, la Tierra pasa por estos momentos más cerca del Sol, debido al cambio de estación el Sol dura más en puntos altos y es más sofocante, pero recuerdo que el año pasado, en el cambio de estación era frío, e incluso usaba gorra y abrigo, situación que este año ni siquiera es considerable por las altas temperaturas.

Ayudemos a que las temperaturas disminuyan, y en cuanto empiecen las lluvias plantemos un árbol de acuerdo a la zona geográfica donde vivamos, para que estos oxigenen, provean sombra y ayuden a bajar la temperatura de la tierra, parece que se nos está olvidando cómo en el preescolar o primaria hacíamos nuestros huertos, plantábamos arbolitos como proyecto escolar o hacíamos germinar un frijolito, esta educación la debemos aplicar ahora de adultos para que el planeta en donde vivimos nos dure más y también a las futuras generaciones, porque aún no existe un planeta B para vivir.

Esperemos que el fenómeno de El Niño no nos traiga consecuencias más extremas en cuanto al calentamiento de los océanos, por la forma en que se está desarrollando los científicos lo han comenzado a llamar “el súper niño”, este fenómeno puede causar climas extremos, como sequías e incendios, así como inundaciones o mayor frío en las regiones del planeta, de acuerdo a la estación del año que se tenga.

Esta alteración en todos los climas se debe simple y sencillamente a la sobrepoblación, la deforestación y toda la industrialización que hemos realizado durante años al planeta, con ello igual las pruebas nucleares que hacen las grandes potencias y queramos o no desestabilizan a nuestro planeta, cuidemos de éste de alguna forma, un granito de ayuda es por lo que se puede empezar en nuestra casa, colonia o municipio. Hasta la próxima, recuerden que la tierra es hasta ahora el único planeta donde existe el chocolate.

bethgva@gmail.com