Por: Alejandro Moreno
A la escasez crónica que este gobierno ha ocasionado de medicamentos, equipo y atención médica, hoy se suma la falta de prevención y atención oportuna del dengue, cuyos casos se han triplicado, poniendo en riesgo la vida de miles de personas.
La magnitud del problema es tal que ha obligado a que se emita una notificación epidemiológica para vigilar y controlar la situación que ha rebasado por mucho los casos de años previos.
Durante la última semana de julio, se notificaron 7 mil 295 padecimientos confirmados, lo que representa 183% más respecto a la misma semana del año pasado.
La población más afectada se encuentra en los Estados de Quintana Roo, Veracruz, Yucatán, Puebla y Morelos, lo cual vuelve urgente retomar acciones de prevención y capacitación del personal de salud para el manejo de datos clínicos, pruebas de laboratorio y notificación, al tiempo de dotar a las clínicas y hospitales de los medicamentos e insumos necesarios para atender a pacientes.
Es urgente que el gobierno en sus tres órdenes implemente acciones, como antes se hacía, que informen a la sociedad y se emprendan campañas de limpieza y descacharrización en las viviendas, talleres y sitios públicos, pues son los reservorios del mosquito que provoca el dengue.
Las autoridades no deben perder de vista que la evolución clínica del dengue puede manifestarse desde un malestar general hasta un cuadro grave, como el dengue hemorrágico. De ahí que no deba menospreciarse ni descuidarse.
Es evidente que este gobierno no es capaz de prevenir ni siquiera un resfriado, lo cual es una muestra más del olvido, indiferencia y negligencia con que el grupo en el poder ha tratado al Sector Salud y por ello, médicos y enfermeras se manifiestan en las calles del país.
Un país en el que 50 millones de personas no cuentan con ningún tipo de seguridad social, no debe ni puede descuidar las campañas de prevención de enfermedades, como tampoco debe dejar a millones de niños y adolescentes sin vacunas ni tratamientos médicos.
El gobierno de Morena ha ido de fracaso en fracaso en materia de salud, sin cobrar conciencia que esos errores representan la pérdida de cientos de miles de vidas y el deterioro de la calidad de vida de millones de personas.
Con centros de salud que se caen a pedazos por la falta de mantenimiento, personal médico maltratado y mal pagado y falta de medicamentos e insumos, nuestro país es presa fácil de cualquier enfermedad. Pero no hay poder humano que haga entender al grupo en el poder, que sigue sin ver ni oír.
*Presidente Nacional del PRI.