Por: Alejandro Moreno
El oficialismo está desesperado. Ante la falta de resultados, endeudamiento al alza, creciente inseguridad, aumento desproporcionado en el precio de los alimentos y servicios, así como falta de oportunidades para la gente, Morena busca arrebatar lo que no ha podido conservar mediante sus acciones de gobierno: la confianza ciudadana.
Por más circo que inventa y maromas que hace, el grupo en el poder ya no puede ocultar que le ha fallado al pueblo y dado la espalda a los más necesitados. Sus ocurrencias de campaña fueron eso, y no ideas capaces de ser transformadas en políticas públicas eficaces para combatir la desigualdad y hacer posible la justicia social.
Ante esa realidad pretende desviar todo el poder del Estado y de sus instituciones, que debiera estar enfocado en combatir al crimen y prestar los servicios públicos más urgentes, para calumniar y acosar a Xóchitl Gálvez Ruiz, quien es fruto de la cultura del esfuerzo de la que habló Luis Donaldo Colosio y de la legitimidad social que la dota el haber sido electa en primarias como la coordinadora del Frente Amplio por México.
Justamente, por esa legitimidad y arraigo social, el oficialismo le tiene pavor, sabedor que es la portadora de la esperanza renovada del pueblo de México por sacarlo del ostracismo populista en el que Morena lo tiene sumido.
Le han buscado hasta en su cartilla de vacunación, sin encontrarle nada, y por eso ahora quieren hasta demoler su casa, en una clara evidencia de su desesperación y urgencia por desbancarla.
Pero no lo lograrán. Xóchitl es una política auténtica, del pueblo, que ha vencido todas las adversidades que se le han presentado y que hoy cuenta con el apoyo del PAN, PRI, PRD, sociedad civil y organizaciones sociales para encabezar la lucha más crucial que México haya enfrentado en su historia moderna.
El modelo de Morena está llegando con trabajos al sexto año. Sin atender los problemas sociales, se ha acabado todos los fondos, fideicomisos y ahorros que se habían creado durante 24 años. Es decir, en cinco años se acabaron el dinero y hoy pretenden utilizar deuda para tratar de sacar a flote lo que hoy luce en el fondo de la corrupción, incapacidad, negligencia y mediocridad: los proyectos faraónicos y sus planes de ocurrencias.
Frente a ello, se ubica la ingeniera Xóchitl Gálvez, representante de la capacidad, visión, honestidad y sensibilidad necesarios para llevar a México por otro rumbo, el del desarrollo y crecimiento.
Por eso la atacan sistemáticamente, la pretenden ofender y denigrar, sin darse cuenta de que lo único que logran es evidenciarse a sí mismos por lo que son, unos burdos ambiciosos que quieren conservar el poder para seguirse enriqueciendo y empobrecer más a la gente.
El Frente Amplio por México sí volverá a hacer posible la justicia social y la modernización del Estado a través del primer gobierno de coalición de nuestra historia. Es momento de dejar atrás el hiperpresidencialismo y con él, el abuso del poder.
*Presidente Nacional del PRI.