Luego de que el gobernador Julio Menchaca Salazar se ofreció como mediador entre el conflicto entre estudiantes y autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), un grupo de universitarios formalizó la petición al ejecutivo para intervenir.

A través de un comunicado, el alumnado del Instituto de Artes (IDA) pidió al mandatario estatal que funja como mediador en una mesa de diálogo con el rector de la casa de estudios, Octavio Castillo Acosta, a fin de terminar con el paro estudiantil que se lleva a cabo desde el pasado 28 de agosto, en la institución ubicada en Mineral del Monte, el cual inició para exigir la destitución de la directora María Teresa Paulín Ríos.

Las y los estudiantes solicitaron que la mesa se realice en un lugar neutro, que no sea dependencia de la UAEH; además, que se permita entrar a todo el alumnado del IDA que se identifique con su credencial o tira de materias vigente.

Asimismo, pidieron que los jóvenes de propedéutico también puedan ingresar mediante una relación proporcionada por los coordinadores de cada área académica; y que la reunión se transmita en vivo a través de medios de comunicación oficiales.

En respuesta, Menchaca Salazar, reiteró su disposición para participar en los mecanismos de resolución del conflicto al interior de la comunidad Universitaria.

“Soy respetuoso de la autonomía de mi alma mater y, gracias a su formación, estoy convencido de que la negociación, mediación y conciliación son las vías adecuadas para resolver este conflicto y que los participantes deben sujetarse a sus principios fundamentales de: voluntad, flexibilidad, imparcialidad, equidad, respeto y honestidad”, expuso.

Además, por los hechos suscitados al interior de la UAEH durante las últimas semanas, reiteró que la violencia en cualquiera de sus formas no es el camino adecuado; y le expresó a las partes afectadas su compromiso de que serán atendidas de manera pronta y expedita en las acciones que decidan ejercer.

“Este gobierno, tiene como prioridad salvaguardar la integridad, seguridad y los derechos fundamentales de todas y todos. La sociedad hidalguense merece que sus instituciones y sus comunidades educativas sean fuente de desarrollo armónico, personal y profesional, en un contexto de serenidad, entendimiento y paz”, concluyó.