Por: Bethel García Vargas

Y tal parece que esta última semana que hemos vivido es la antesala a los festejos de Navidad, pues desde septiembre se comienza a pensar en en las fechas de Día de Muertos, Halloween, e inmediatamente pasamos a la Navidad. Sé que puede parecer emocionante que llegue diciembre y con ello todas las celebraciones que se hacen, pero como mexicanos estas fechas que acabamos de pasar son muy importantes.

Así como mencionan que el Halloween es una celebración extranjera y que adoran a seres del inframundo, así he escuchado a muchas personas que dicen que celebrar Día de Muertos es celebrar a la muerte, y no es así. En esta temporada lo que la hace especial es la conmemoración de nuestros difuntos o personas especiales que ya han fallecido, se les recuerda con cariño, con las cosas que más les gustaban en vida, por eso se realiza la ofrenda en el altar, la colocación de las fotografías es para seguir recordando sus rostros y tenerlos presentes, creo que ya mayoría de los que celebramos estas fechas no solo lo tomamos como un puente para descansar, sino como un momento para poder sentirnos más en contacto con los que ya no están aquí.

De ninguna manera se celebra a la muerte, sino la vida que tuvieron nuestras familias en la tierra y que ahora que han trascendido el recuerdo de sus acciones y enseñanzas es lo que mantenemos vivo.
Algo que de lo que me he dado cuenta últimamente es que a raíz del término de la pandemia, las celebraciones que se realizan son diferentes, no solo por el hecho de que ya no tenemos a la familia completa que se acostumbraba, sino porque parece que se hacen con un mayor apego o una mayor identificación con las celebraciones, ya no es tan comercial, ya es algo más emocional, pues se valora mucho más estar con la familia y amigos.

Independientemente de que en las escuelas se promueve más las celebraciones de nuestro país, para aumentar nuestra identificación cultural, la celebración de Día de Muertos se ha vuelto más relevante, el que nos pintemos la cara o vistamos como catrín o catrina, busquemos hacer el mejor altar, o hacer la mejor rima literaria para ganar el concurso, se nota el empeño que se pone, y los disfraces alusivos a Halloween son mas usados por los niños pequeños pues les recuerda a su película favorita, pero en los adolescente y jóvenes el realizar el altar y poner todos y cada uno de los elementos se vuelve más importante el poder tener todo y conocer el significado de todo.

Definitivamente el poder rescatar nuestras tradiciones originarias es un punto importante en la cultura y también es una muestra de que somos un país que a pesar de la cercanía con otros países y una invasión cultural debido a la industria cinematográfica, seguimos apegados a nuestras tradiciones y eso es lo que siento que a nivel mundial nos identifica y consolida como un país totalmente diferente y con mucho atractivo para visitar.
Sintámonos orgullosos de nuestras raíces y no dejemos perder el amor que sentimos por nuestro país, recuerden que el cambio inicia en nosotros. Hasta la próxima.
bethgva@gmail.com