La mañana de este martes, un trabajador encontró en el panteón municipal de Tula de Allende el cadáver de un bebé recién nacido.

En el camposanto, ubicado en El Llano Primera Sección, un albañil, de 30 años de edad, se percató de la existencia de un pequeño bulto envuelto en un trapo blanco, que era jaloneado por un par de perros.

Al acercarse descubrió que se trataba de un bebé, quien ya no contaba con sus signos vitales.

Por ello solicitaron la presencia de elementos policiales y se dió parte a la Procuraduría General de Justicia del Estado para llevar a cabo las investigaciones correspondientes.