Por: Guillermo González Gutiérrez
Si partimos del concepto fundamental que señala “son el conjunto de derechos y libertades fundamentales para el disfrute de la vida humana en condiciones de plena dignidad y se definen como intrínsecos a toda persona por el mero hecho de pertenecer al género humano”.
Entonces, podría señalar diversidad de conceptos en torno a esta importante figura; sin embargo, me parece prioritario destacar que quienes tenemos la oportunidad de desempeñarnos profesionalmente en servicio público, tanto del nivel municipal, estatal y federal —y con mayor compromiso de quienes integramos las Comisiones Defensoras de los Derechos Humanos en cada estado— tenemos la obligación de respetar y promover los derechos humanos de toda la población, asimismo el denominador común es el combate a toda forma de discriminación; la naturaleza de estas acciones van desde buscar dar apoyo a casas hogares, a organizaciones civiles que trabajen con la niñez, o de personas con discapacidad, adultos mayores, en centros de integración social, y en cualquier espacio público que requiera de nuestra atención; y es que es importante puntualizar, sin perder de vista, que los derechos humanos son derechos inherentes a todas las personas, sin distinción alguna por su nacionalidad, residencia, sexo, origen nacional o étnico, color de piel, religión, lengua, identidad u orientación sexual, así como cualquier otra condición.
La legislación en materia de derechos humanos, exige principalmente a los gobiernos y a algunos actores no gubernamentales a cumplir determinados deberes (a hacer ciertas cosas) y les establece ciertas prohibiciones (les reprime hacer otras).
Entre las principales características de los derechos humanos cabe citar que son universales, por ser derechos que todos los seres humanos tenemos sin excepción, se centran en el valor igual de todos los seres humanos, son indivisibles e interdependientes, no pueden ser suspendidos o retirados, hasta cierto punto, imponen obligaciones, particularmente a los Estados, fueron reconocidos por la comunidad internacional, se encuentran protegidos por la ley que a su vez, protege a las personas.
Por lo tanto, señalo para conocimiento de quienes no conozcan el mundo jurídico que las normas en materia de derechos humanos a nivel internacional, tienen su origen, principalmente en tratados internacionales siendo acuerdos escritos celebrados entre dos o más países, de manera libre, que tienen efectos jurídicos vinculantes entre ellos. Estos instrumentos, también llamados Pactos, Convenciones o Protocolos, necesitan cumplir con un procedimiento para que puedan ser obligatorios para los Estados (firma y ratificación). En el caso de México, el Poder Ejecutivo Federal junto con el Senado de la República, son las autoridades responsables de firmar y ratificar, respectivamente, los tratados internacionales que suscribe el país. Quiero referirme al derecho internacional consuetudinario, porque está basado en la “costumbre”. Este derecho surge de la práctica generalizada y uniforme que siguen los Estados con un sentimiento de obligación legal. En otras palabras, si durante determinado tiempo los Estados actúan de cierto modo porque están obligados a hacerlo, dicha conducta —en forma de legislación, política pública y/o programas gubernamentales— acaba siendo reconocida como principio de derecho internacional, vinculante para los Estados miembros, aunque no esté formulado por escrito en un acuerdo particular; pero insisto, ¿a qué punto quiero llegar con esto?, mientras que la Declaración Universal de Derechos Humanos no es en sí misma un instrumento jurídicamente obligatorio, hoy se considera que tiene carácter de derecho internacional consuetudinario y en vísperas de su 75 aniversario es muy prudente ir considerando su avance y cumplimiento, así como los retos pendientes.
El objetivo de esta columna es difundir el tema de derechos humanos, decirle a usted querido lector/a que el principal objetivo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo es proteger y defender cada uno de sus derechos, así como darle a conocer, e informarle sobre cuáles son y cómo defenderlos. En la CDHEH nuestro compromiso es y será con todas las personas sin discriminación. Es mi casa, tu casa… la casa de los derechos humanos.
*Titular de la Visitaduría Regional
en Molango de Escamilla.