Por: José Manuel Gómez
En un mundo tan cambiante y competitivo para todo giro de negocios y empresas y en donde cuidar cada centavo de las ganancias para mantenerse a flote es indispensable, los espacios inmobiliarios juegan un papel importantísimo en los márgenes de utilidad, pero lamentablemente estos tienen rentas cada vez más altas.
La búsqueda de nuevos espacios con una buena ubicación y la superficie idónea para el número de trabajadores suelen ser de los primeros aspectos en los que un emprendedor toma en cuenta para tomar la decisión de en qué lugar empezar a rentar, tomando decisiones que no solo son momentáneas para arrancar, sino que son arriesgues que suelen tomarse a un año de compromiso debido al contrato obligatorio que suelen aplicar todos los arrendadores.
Lo que muchas veces no comprendemos los emprendedores al inicio de nuestros proyectos es que para iniciar a planificar nuestro proyecto-negocio sólo hace falta una computadora y una buena conexión a internet para realizar un trabajo eficiente, y es aquí donde entra el coworking, el cual es una modalidad que muchos han adaptado para llevar a cabo sus actividades y que les permite crecer paulatinamente de acuerdo a como vaya creciendo su negocio, ampliando espacios y metros cuadrados de trabajo de acuerdo a la contratación de colaboradores o necesidades del mismo negocio.
El coworking es un espacio físico o virtual en donde profesionistas, emprendedores y pymes pueden realizar su trabajo de forma independiente, pero a la vez realizar proyectos entre todos. Y en donde los contrato suelen ser más flexibles que cualquier tipo de renta inmobiliaria.
Esta modalidad que inició a principios de este siglo en Europa y que uno de sus mayores exponentes de crecimiento fue WeWork, cuenta con muchas ventajas, que van desde tener un espacio equipado con lo necesario hasta la reducción de costos, pasando por la convivencia entre quienes comparten estos espacios y la flexibilidad de horarios. Algunos de los costos que suelen prorratearse entre todos los inquilinos de un coworking van desde el internet hasta los servicios básicos como agua y luz, compartiendo también espacios físicos con otras empresas como salas de juntas y sanitarios; los cuales se utilizan solo por tiempos definidos y ahorran miles de pesos a los emprendedores ya que no suelen incluirse en la renta como una superficie dentro del contrato.
En Hidalgo contamos con nuestros propios espacios de coworking, dos de éstos son el Centro de Negocios Universitario (Ceuni) y el Centro Negocios Pachuca, los cuales cuentan con espacios para que los profesionistas puedan llevar a cabo sus labores con todo lo necesario a la mano.
Así que ya sabes, si eres emprendedor o profesionista y buscas un espacio que se adapte perfecto a tus necesidades, el coworking es para ti.
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