Por José Cortés Skewes
Sin duda existen muchos retos educativos para este 2024 en México, la diversidad en las aulas, la participación de la comunidad educativa, la tecnología, entre otras más, pero desde mi punto de vista y derivado de que aún no hemos superado la inestabilidad ocasionada por la pandemia, toma más importancia el tema de la salud mental y socioemocional para nuestras autoridades, pero sobre todo para aquellas personas que a diario abren las puertas de las aulas y se enfrentan a una comunidad estudiantil confundida por la gran cantidad de información y la velocidad a la que tienen acceso en la web.
Las presiones en la familia, las presiones académicas y sociales ocasionan entre los alumnos un estrés que les genera problemas de salud mental, que trasladan a las aulas, y para lo cual, en muchas ocasiones, el docente carece de habilidades, formación e información para poder enfrentarlas, más allá de talleres y de iniciativas superficiales donde se enseñan ejercicios de relajación o consejos para disminuir el estrés, la situación es compleja para las escuelas, esto sin considerar que no están exentas de encontrarse con otros tipos de problemas externos. De tal forma que debemos hacer hincapié en la importancia de las actualizaciones y capacitaciones para todos los integrantes de instituciones, sobresaliendo las áreas de atención al alumno.
Atender la parte socioemocional al interior de la escuela nos permitirá a futuro tener jóvenes con habilidades que les permita ser empáticos, comunicarse, relacionarse con grupos de manera asertiva y con prontitud, esto permitirá profesionistas de éxito que ayudaran a la iniciativa privada en el logro de sus objetivos, recordemos que muchas de estas habilidades se disminuyeron con la pandemia y que en la medida que lo afrontemos, estaremos contribuyendo para eliminar las situaciones de depresión, ansiedad y tensión que dejo la pandemia, con esto, también lograremos disminuir la deserción y aumentar el aprovechamiento académico.
Si bien es cierto que en el nuevo plan de estudios se incluyen las habilidades emocionales, la realidad es que se requiere de mayores elementos que garanticen un aprendizaje más eficaz en las instituciones.
Desde 2017, el plan de estudios contemplaba elementos del aprendizaje socioemocional a través de una materia particular y un enfoque transversal, es decir, a través de proyectos o actividades a lo largo de todas las materias que integra la estructura curricular. Pero el reto real se establece en su implementación, recordemos que el aprendizaje socioemocional se va adquiriendo y aplicando en aspectos sociales y emocionales de manera efectiva, de tal forma que cobra mayor relevancia el que las escuelas y los docentes dispongan de los materiales suficientes y necesarios para las diferentes actividades que tienen que realizar para la generación de habilidades socioemocionales.
Los retos son importantes y tenemos la gran oportunidad, en este 2024, de poder revertir el efecto de la pandemia, en forma conjunta, instituciones, docentes y padres de familia, trabajando con la visión de enriquecer el aprendizaje socioemocional para formar mejores estudiantes y profesionistas que requiere nuestra sociedad.
Fomentemos la formación de alumnos más felices y satisfechos en lo personal y competitivos en la vida profesional.
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