Por: Griselda Lira “La Tirana”

Las calles cerca de la universidad me dieron la bienvenida. Debo confesar que en menos de una semana la alcaldía Iztapalapa me ha sorprendido con su acogida, sus tradiciones y su amor por el pulque. Si bien provengo de una familia de tlachiqueros como la mayoría de los hidalguenses, no obstante el ambiente cultural del Barrio San Pablo me hizo sentir en mi propia casa. El hogar de los abuelos. Ahora entiendo ese grito: “De Iztapalapa para el mundo”.
Los que amamos al pulque no lo hacemos exclusivamente en un día nacional, es todos los días, porque al pulque se le ama cuando se le conoce a profundidad; se le venera y respeta porque es un regalo gratuito de la naturaleza, mas no un mazo de poder para controlar a otros.

En mi caminar coincidí con personajes como Pulqueman, un alma carismática que tuvo la paciencia de escucharme y encaminar mis pasos hacia Emilio Manuel Valdovinos Nava y su esposa Mariana Rosales Izquierdo, creadores de un proyecto fascinante.
Ansiosa por entrevistarlos y ya con medio litro de octli de los tlachiqueros Rita y Chuy; solicité a Emilio una entrevista.

– Emilio, me puedes contar ¿cómo inició todo este maravilloso proyecto?
¨Desde inicios del 2018, empecé con el proyecto de tocar puertas para que al Maguey, Pulque y las Pulquerías se les otorgará la categoría de patrimonio tangible, intangible y biocultural, fui al Secretaria de Cultura de la ciudad de México, y a la Secretaria de Pueblos y Barrios Originales (que en ese entonces tenía otro nombre) y notifique de mi proyecto, me pidieron las más firmas posibles para avalar la solicitud, luego me pidieron un expediente como tesis, donde justificara de muchas formas, ese merecimiento.
Lo hice y lo justifiqué de manera histórica, tradicional, ceremonial, cosmogónica, ritual, gastronómica nutricional, ecológica, artesanal, artística, (poesía, refranes, pinturas, leyendas, cuentos, ensayos, testimonios, etc.) Musical y otras¨.

– Y ¿qué sucedió después?
Entregamos el Plan de Salvaguardia, lo estudiaron y avalaron. Como resultado el 18 de enero del 2023 el Congreso de la Ciudad de México presentó la iniciativa de darle la categoría al Maguey, Pulque y las Pulquerías de patrimonio intangible y biocultural de la Ciudad de México, todos los diputados votaron a favor y como consecuencia instaron a la Secretaria de Cultura y a la Jefatura de Gobierno a darle la categoría de Patrimonio, a su vez se dirigieron a las 16 Alcaldías para que se realizarán ferias y festivales en favor de estos bienes, así como exposiciones, ponencias, talleres sobre el tema.
Me anunciaron que la Secretaría de Cultura ya realizó el dictamen de patrimonio, mismo que fue entregado a la Jefatura de Gobierno y que muy próximamente se va a declarar al Maguey, Pulque y las Pulquerías como patrimonio de la Ciudad de México.
A Emilio y a su esposa lo interrumpieron unos clientes y fue lo correcto, porque ellos estaban trabajando y yo, disfrutando del evento; así que me fui a explorar, a comer y a bailar.

En mi camino encontré a Paty Cardoso, los jóvenes y no tan jóvenes, la identifican en las redes sociales por su libertad para crear y proceder de manera independiente. Ella es una empresaria con una trayectoria de más de 15 años en la promoción del pulque y pese a todos los obstáculos, la misoginia y la discriminación, sigue manteniendo su propia marca y su visión creativa del tema en un mundo en el que siguen imperando los varones, las élites intelectuales y los intereses de un coto dogmático que como religión, dicta leyes en torno a lo que se debe decir o no de la bebida ancestral. Sin duda, Paty es una activista tenaz.
Pensé, debo entrevistarla, ella ejemplifica a todas las mujeres que debatimos en un mundo en el que se debe mantener el amor al trabajo, a un proyecto personal y a un sueño: ser tratada con igualdad, justicia y respeto como se les trata a aquellos que tienen poder económico, político o un status quo heredado por sus abuelos.

– Hola Paty, veo que tu puesto tiene…
“jabones hechos de pulque, jarros coquette, bolsas de manta, aretes, ojos de dios y les obsequiamos sus conejitos pulqueros”.
Paty no me deja entrevistarla, simplemente me abraza con mucho cariño y me dice:
“Bienvenida Tirana; el barrio de San Pablo tiene algunas de las pulquerías más tradicionales y antiguas de Iztapalapa, espero que algún día te unas al tour y me acompañes a visitarlas”.
Regreso al departamento cansada y voy meditando en Iztapalapa, un barrio que me acepta como soy.