Por Alfonso Padilla Vivanco

La Luna ejerce una fuerte influencia sobre nuestro planeta. La mayor manifestación de esto es la formación de mareas, lo cual es observado como crecidas y bajadas de las aguas oceánicas en todas las partes del mundo; esto es a causa de la atracción gravitatoria de nuestro satélite natural. Aunque en menor grado a este efecto también contribuye el Sol. Debido a la fricción que causan las mareas, el movimiento de rotación de la Tierra se vuelve más lento con el paso del tiempo. Afortunadamente, la Luna también provoca que el ángulo de inclinación del eje de rotación terrestre se mantenga en la misma posición en el tiempo, frenando severos cambios que serían catastróficos para la vida en nuestro planeta.

Se ha investigado respecto de la influencia de la Luna en el desarrollo de la vida, y se tiene la sospecha que pudo moderar el clima de la Tierra en el pasado. Existen evidencias paleontológicas y algunas simulaciones por computadora, las cuales muestran que la inclinación axial de la Tierra se estabilizó debido a las fuerzas de marea. Se asegura que, si la luna no existiera, la inclinación del eje de rotación de nuestro planeta; cambiaria 10 grados en promedio cada 10 mil años, incrementando con ello la temperatura de la superficie terrestre; hasta unos niveles que seguramente ninguna especie podría soportar. Por lo que la Luna ha funcionado como un estabilizador del clima en la Tierra.

El diámetro de nuestro satélite natural es de 3 mil 474.8 kilómetros. Esto significa más de la cuarta parte del diámetro terrestre. Debido a su menor tamaño, la gravedad en la Luna es, aproximadamente, la sexta parte de la gravedad de nuestro planeta. Desde hace mucho tiempo, se ha sabido que la Luna lleva a cabo trece vueltas alrededor de la Tierra, es decir, se producen trece lunaciones. Asimismo, la Luna tarda 27.32 días en dar la vuelta a la Tierra. En este trayecto se producen las fase lunares que todos alguna vez hemos visto. Aunque la Luna no tiene luz propia, ésta parece ser luminosa debido a que refleja la luz del Sol. Las fases lunares cambian mientras la Luna orbita la Tierra y diferentes partes del satélite natural quedan iluminadas por el Sol. Las fases lunares son ocho y cuatro de ellas han sido llamadas de la siguiente forma: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante. La fase lunar luna nueva, se presenta cuando nuestro satélite aparece en forma de un disco obscuro, por lo qué ésta se encuentra entre el Sol y la Tierra, impidiendo ver la cara iluminada lunar. La fase cuarto creciente se manifiesta cuando la mitad de la parte visible de nuestro satélite natural se observa iluminada. Esto es porque la luna ha completado un cuarto de ciclo en su movimiento de traslación alrededor de la Tierra. La fase de luna llena se presenta a medida que la Luna va avanzando en su ciclo, la parte visible iluminada va creciendo y ésta se hace máxima cuando se encuentra en el lado de la Tierra opuesto al Sol; entonces se presenta un disco completamente iluminado. La fase conocida como cuarto menguante se debe a que cada vez se va perdiendo luminosidad sobre la superficie lunar, hasta que solo se ve un fragmento menor de cara iluminada. Una vez transcurridas las tres cuartas partes del ciclo, la Luna está en cuarto menguante, y continúa oscureciendo, hasta la siguiente Luna nueva. Las fases lunares se deben a qué el movimiento de la Luna es siempre continúo; y se van dando a partir de la luna nueva, hasta completar un ciclo con la luna llena.

Un interesante movimiento lunar que no es tan conocido popularmente, es la libración; este es un movimiento de oscilación de la Luna vista desde la Tierra, este movimiento produce cambios en la excentricidad de la órbita lunar, al moverse ésta alrededor de nuestro planeta. Esto provoca que la Luna se mueva más rápido cuando está más cerca de la Tierra, y más lento cuando está más lejos. Al mantener constante el giro sobre sí misma, se produce un pequeño desajuste entre ambos movimientos, haciendo que varíe la proporción del satélite que vemos.

Alguna fechas lunares importantes para este año, serán el equinoccio de primavera el cual llegará el 20 de marzo a las 03:06 de la mañana; el solsticio de verano será el 20 de junio a las 14:51 horas. Además, el equinoccio de otoño se dará el 22 de septiembre a las 6:43 de la mañana y el solsticio de invierno es esperado para el 21 de diciembre a las 03:20 de la mañana. También habrá eclipses de luna y sol, el 24 de marzo (penumbral de luna), el 08 de abril (total de sol), el 17 de septiembre (parcial de luna) y el 02 de octubre (anular de sol).

Apreciable lector te invito a ver dos videos de los movimientos lunares, los cuales se pueden observar en los siguientes links:

https://es.wikipedia.org/wiki/Fase_lunar

Universidad Politécnica de Tulancingo. alfonso.padilla@upt.edu.mx