Juan Manuel Batres, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Hidalgo, precisó que uno de los pendientes que hay con las mujeres es la inclusión laboral.

Afirmó que el sector empresarial “puede y debe de ser factor de cambio para la integración de la mujer” y que tanto sociedad civil como gobierno deben trabajar para fortalecer y ampliar sus oportunidades y poner un alto a las diferentes formas de violencia que padecen.

De acuerdo con el INEGI, de las 67 millones de mujeres que residen en el país, su participación en actividades económicas ha estado prácticamente estancada desde hace más de 10 años con una ocupación que pasó de 39.9% en 2008 a 41.3% en 2018.

“Es preocupante que las alternativas de trabajo que encuentran las mujeres en su mayoría están en la informalidad; ello condiciona su desarrollo personal y social ya que reciben salarios más bajos, no gozan de prestaciones ni de seguridad social”.

Batres Campos afirmó que la pandemia agravó la situación, ya que en 2020 el 49.6% de la población ocupada de mujeres trabajaba en la informalidad y para finales de 2022 ese indicador se incrementó a 56.1%.

“Evidentemente no podemos dejar de lado el tema de la violencia contra la mujer donde la situación es muy dolorosa, ya que en promedio se cometen en México 10 asesinatos de mujeres por día; siete de cada 10 mujeres han experimentado situaciones de violencia, ya sea económica, sexual, física o psicológica”.

Por ello, el líder empresarial propuso mesas donde se analicen propuestas focalizadas por tipos de violencia con la finalidad de fomentar Sociedades de Paz, a través de la implementación de programas educativos que promuevan valores como el respeto, la empatía y la igualdad.