Durante seis días se llevará a cabo la jornada de  vacunación antirrábica canina y felina con el fin de inmunizar a perros y gatos en el estado.

Se pretende  llegar a proteger a más de 712 mil animalitos mayores a un mes de edad, y alcanzar mínimo el 80% de la meta anual que se espera lograr, que es de 890 mil.

El 20 % restante, es decir 178 mil animales, se vacunarán durante el resto del año y de manera masiva en septiembre.

En dicha jornada gratuita, que comprende del 17 al 23 de marzo, participarán más de 4 mil trabajadores de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) y se colocarán más de 2 mil puestos en los centros de salud y  unidades médico-rurales.

Se entregará  un comprobante y placa de identificación por animal vacunado.

La rabia es una enfermedad zoonótica, cuyo agente causal es un virus neurotrópico identificado a menudo en la saliva de los animales infectados. Se caracteriza por una irritación en el sistema nervioso central, seguida de parálisis y muerte; afecta las funciones de respirar, caminar y es mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos.

En un 99 % de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos, no obstante, la enfermedad afecta también a animales salvajes, y se propaga a las personas normalmente por la saliva a través de mordeduras, aunque existen otros mecanismos de transmisión.

En México, del 2010 al 2022,  se han presentado 18 defunciones en personas a causa de rabia transmitida por animales silvestres, de los cuales 14 han sido por mordedura de murciélagos, 2 por mordedura de zorrillo, 1 por mordedura de zorro gris y 1 por mordedura de gato doméstico que a su vez fue agredido por un murciélago que transmitió el virus a una persona.

En el estado de Hidalgo, el último caso de rabia humana se presentó en el año 1997, en el municipio de Tezontepec de Aldama en un masculino de 3 años, mordido por un perro, y el último caso de rabia canina se suscitó en el municipio de Tizayuca en el año 2009.

En la entidad nunca se ha registrado un caso de rabia humana el cual haya sido transmitido por alguna otra especie diferente al perro, sin embargo, muchas de las localidades del estado presentan condiciones propicias que incrementan el riesgo de que se presenten.