¿La edad de los líderes políticos en Estados Unidos perjudica a este país?
Esta pregunta es válida si vemos que el próximo cinco de noviembre el presidente Joe Biden, quien busca su reelección, estará a 15 días de cumplir 82 años, mientras el republicano Donald Trump habrá cumplido 78 años y medio, y Robert F. Kennedy, militante del partido Demócrata que aún tiene tiempo de mantener su crecimiento como aspirante presidencial independiente, verá en mes y medio un pastel con 71 velitas.

En promedio, esos tres aspirantes presidenciales de nuestro vecino del norte tendrán 73 años de edad el día de los comicios, doce más que la mexicana Claudia Sheinbaum y 22 por encima de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, estos dos últimos cabezas de las economías del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La pregunta inicial tiene aún más sentido ante los recurrentes olvidos de Biden y recientes informaciones de que Trump también los registra, como en enero pasado cuando confundió a su compañera de partido y en ese momento rival por la candidatura presidencial Nikki Haley, con la demócrata Nancy Pelosi.

La situación se encuentra cada vez más en el ojo de los medios de comunicación, y ya es posible encontrar notas al respecto en The New York Times, The Washington Post, NBC o National Public Radio.

Desde afuera, la primera conclusión es que existe correspondencia entre el promedio de edad de los aspirantes presidenciales (73) y la esperanza de vida de los estadunidenses, 77 años, de acuerdo a un reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del pasado noviembre.

Por su parte, la oficina estadunidense del Censo informó en mayo de 2023 que la población de 65 años y más registró el crecimiento más rápido entre 2010 y 2020, solo equiparable al que ese grupo tuvo entre 1880 y 1890.

En la década pasada, las personas de 65 años y más representaban el 16.8 por ciento de toda la población estadunidense, y seguirá creciendo su número conforme los llamados Baby Boomers (nacidos de 1946 a 1964) sigan envejeciendo. (https://cutt.ly/peauV9d7 )
Se debe de advertir que esa información está lejos de significar que Estados Unidos es un país de personas de la tercera edad. La misma oficina del Censo indicó que el grupo de población mayoritario tras el censo de 2020 era el de 18 a 44 años de edad, con 35.7 por ciento del total, seguido de quienes tienen 45 a 64 años, con 25.4 por ciento, es decir, que la mayoría de estadunidenses (61.1 por ciento) van de 18 a 64 años de edad.

Qué el liderazgo político estadunidense esté en manos de personas de la tercera edad tiene también que ver con que 61 por ciento de la población del país del norte se mostró con opinión desfavorable al Partido Republicano, y 60 por ciento expresó la misma opinión respecto al Partido Demócrata, ambos base del sistema bipartidista.

También se encuentra presente el dato de que poco más de un tercio de estadunidenses (37 por ciento) opina positivo sobre ampliar el actual sistema bipartidista con más partidos, lo que se da sobre todo entre los menores de 50 años, mientras los mayores de 65, sí, exacto, está en desacuerdo, según muestra el Pew Research.

Todos estos datos abren muchas preguntas para los científicos sociales estadunidenses. Desde fuera es importante advertir si ha surgido la rendija para que otro Kennedy, en este caso Robert F., tenga perspectivas reales para una participación importante en las elecciones de noviembre.

De la misma manera si la cerrazón a la apertura a la inmigración, desde luego legal y ordenada, proviene más de puntos de vista correspondientes a otra época, que a las necesidades actuales de la economía estadunidense.
Y de la mano, si la generación estadunidense en el poder político tiene la ductilidad mental para un mundo que se quiera o no, guste o no, vive un proceso de cambio donde la multipolaridad parece avanzar.
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