Por: Mtra. Ofelia Bonilla Gamboa
El 18 de diciembre de 2013, la Organización de las Naciones Unidas, mediante la resolución A/RES/68/192, designó el 30 de julio como el Día Mundial contra la trata de personas.
La trata de personas es un fenómeno global que afecta a millones de individuos en todo el mundo, las desigualdades socioeconómicas cada vez mayores y el desplazamiento como consecuencia de las crisis, conflictos internacionales y emergencias climáticas, han incrementado los peligros y la vulnerabilidad de millones de personas que están desplazándose y México no es la excepción. Este problema se manifiesta de diversas formas, incluyendo la explotación sexual, el trabajo forzado, la servidumbre doméstica, y otras formas de explotación.
La trata de personas es definida por las Naciones Unidas como el reclutamiento, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, con fines de explotación. Esta explotación incluye la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos, tal como lo señala el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños.
En México, la trata de personas es un problema crítico que afecta a miles de individuos cada año. Según el Informe Global sobre la Trata de Personas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), México es un país de origen, tránsito y destino para las víctimas de trata de personas. Este informe señala que las mujeres y las niñas son las más afectadas por la trata con fines de explotación sexual, representando aproximadamente el 70% de las víctimas identificadas; otra cifra aportada en el informe de la UNODC de 2022, nos habla de un 80 por ciento. Sin embargo, se estima que la cifra puede ser mucho mayor ya que por cada caso reportado, existen muchas más víctimas que no son identificadas debido a la falta de denuncias y la impunidad.
Estas mujeres además de la explotación sexual, también son víctimas de trata con fines de trabajo forzado y servidumbre doméstica. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2022, más de 100,000 mujeres en México fueron explotadas en trabajos forzados, incluyendo el trabajo doméstico, la agricultura y la manufactura. Estas mujeres son a menudo reclutadas bajo falsos pretextos y obligadas a trabajar en condiciones de explotación, sin acceso a derechos laborales básicos.
La violencia de género y la discriminación son factores clave que contribuyen a la vulnerabilidad de las mujeres y niñas a la trata, relacionados con problemas socioeconómicos y culturales, incluyendo la desigualdad de género, la pobreza, la violencia y la corrupción, siendo esto una grave violación de los derechos humanos.
Los gobiernos a nivel mundial han implementado leyes, políticas y programas para la prevención, atención y persecución de este delito, que atenta contra los derechos humanos de las personas, principalmente de mujeres y niñas. México ha firmado diversos instrumentos internacionales relativos no sólo a la trata de personas sino también a fenómenos delictivos relacionados con ella, como, por ejemplo: la esclavitud y las prácticas que le son análogas, los trabajos forzados, el trabajo infantil, la explotación sexual de mujeres y personas menores de edad y la violencia contra las mujeres.
A nivel nacional, se han implementado campañas de concienciación pública para educar a la población sobre los peligros y señales de la trata de personas. Se desarrollan programas educativos en escuelas y comunidades para informar a los jóvenes y grupos vulnerables. Además, se trabaja en mejorar las condiciones socioeconómicas que podrían hacer a las personas susceptibles a la explotación, como la pobreza y la falta de empleo.
Pero es de suma importancia que la población tome en cuenta todas las recomendaciones que las autoridades especialistas en la materia sugieren, para prevenir ser víctimas de este delito.
*Mtra. Ofelia Bonilla Gamboa
Titular de la Unidad Institucional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres*
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