Alrededor de 300 hidalguenses mueren en el extranjero cada año, principalmente por causas naturales, informó Manuel Aranda Montero, titular de la Dirección de Atención al Migrante de Hidalgo.
En entrevista, el funcionario estatal refirió que los decesos de paisanos hidalguenses se reporta directamente a las autoridades consulares; el gobierno de Hidalgo solo conoce de los casos en los que se solicita ayuda para la repatriación de los cuerpos.
En ese sentido, estimó que cada año se apoya a un aproximado de 100 familias para traer los cuerpos de sus migrantes, quienes fallecen principalmente por causas naturales o en accidentes automovilísticos.
En lo que va del 2024, se han repatriado los cuerpos de 48 hidalguenses que vivían en el extranjero; siendo el Valle de Tulancingo, el Valle del Mezquital y Pachuca los principales lugares a donde llegan los restos de los paisanos.
Para el apoyo de repatriación, que consiste en el traslado del aeropuerto Internacional Benito Juárez o el Internacional Felipe Ángeles al municipio hidalguense, la Dirección del Migrante cuenta con un presupuesto de dos millones de pesos.
Dicha cantidad, aclaró Aranda, también contempla apoyos de hasta 25 mil pesos para las y los hidalguenses que son deportados y llegan “con una mano adelante y otra atrás” a Hidalgo.