Los integrantes de la 65 Legislatura aprobaron por unanimidad una reforma a la Ley Orgánica Municipal para que las alcaldías tengan la facultad de regular la emisión de ruido, la cual afecta la salud de las personas y la degradación ambiental.
El diputado Fortunato González explicó que entre las principales fuentes de dicha contaminación se encuentran el transporte, la industria y la construcción, aunque pueden pasar desapercibidas, pueden provocar alteraciones en los ecosistemas.
Explicó que el ruido se considera a partir de los 65 decibeles (db) durante el día y 55 por la noche, sin embargo la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los 70 db, se superan durante las 24 horas.
De acuerdo con dicho organismo, el tráfico de la ciudad alcanza 80 decibelios, una aspiradora alcanza 90, mientras que los 100 se rebasan con una motocicleta con escape ruidoso, un concierto de rock, un martillo neumático o la explosión de un artefacto.
González Islas señaló que la exposición prolongada al ruido puede afectar a la salud y se manifiesta mediante trastornos de sueño, efectos perjudiciales en el sistema cardiovascular y metabólico.
Actualmente se considera un problema de salud pública la pérdida auditiva inducida a causa del ruido, no obstante en el ámbito de la Ley Para la Protección al Ambiente del estado establece que se debe generar la contaminación generada por ruido, vibraciones, radiaciones electromagnéticas y espectáculos públicos.