El gobernador Julio Menchaca Salazar le solicitó al nuevo arzobispo de Tulancingo, Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, su intervención para frenar la intolerancia religiosa en Huejutla, donde feligreses católicos expulsaron a evangelistas de sus comunidades.
En entrevista, el mandatario estatal informó que se reunió, el pasado lunes 5 de agosto, con el líder de la iglesia Católica, a quien calificó como un hombre con mucha capacidad y sabiduría.
“Le platiqué el tema de trabajar en la tolerancia, con sus liderazgos, para poder estar transitando con el respeto a los usos y costumbres, pero fundamentalmente con respecto a los derechos humanos”, comentó Menchaca.
Fue en abril del presente año cuando alrededor de 40 familias fueron expulsadas de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo, ubicadas en Huejutla, debido a sus creencias religiosas, las cuales son distintas a los habitantes católicos.
En el asunto también “aplicada la directora de Asuntos Religiosos”, afirmó el titular del Poder Ejecutivo, quien consideró que se puede encontrar una solución con el diálogo y con el ejercicio de la ley.
“La responsabilidad que tenemos es hacer todo un despliegue de amable composición de mecanismos alternos, de solución de controversias de conflictos; pero si no, la aplicación de la ley es la guía para poder estar con la tranquilidad de vivir en un estado con paz y tranquilidad”, concluyó.