Por: Arturo Cruz Flores

La semana pasada pude ver un video en el canal de youtube del medio periodístico Desde Abajo Mx, una nota que señalaba el cierre de la querida librería Lavanda, que se encontraba ubicada en San Javier, en Pachuca, Hidalgo.

Me llenó de tristeza, en lo personal, enterarme de esta situación por la que pasaba Librería Lavanda.

Y mi memoria se activó.

Debo también reconocer la gran labor que realizó su dueña Rosalinda Martínez al sostener esta aventura literaria en una ciudad como es Pachuca, en la que conocemos muy bien, que no nos caracterizamos por ser grandes compradores de libros, ni nos caracterizamos por tener una cultura amplia, ni nos caracterizamos por tener hábitos de lectura.

Pachuca Nunca ha sido una ciudad encaminada a la cultura, lo sabemos bien.

A pesar de las circunstancias en contra, Librería Lavanda desarrolló una cruzada de proporciones épicas, pues no solamente se convertía en un local para vender libros de autores nacionales y obras llegadas del extranjero.

El mencionado lugar, se convirtió en un centro cultural en resistencia, donde mujeres y hombres proyectaron en conferencias, charlas, conversatorios, sus trabajos de poesía, ensayos, novela, crónicas, a lo largo y ancho en una agenda de actividades que duró 6 años.

Además, durante el 2020 desarrollamos un a transmisión en vivo, en esas amables, confortables y únicas instalaciones, de mi proyecto Relatos de lo Paranormal, donde hicimos en un gran equipo de colaboración un especial de relatos de miedo y actividad paranormal, que duró más de dos horas.

Además, tuve oportunidad de participar en una charla sobre la influencia de los Medios Masivos de Comunicación y el complicado acto de la divulgación cultural.

Y pude presenciar parte de esa agenda de actividades culturales que, con mucho esfuerzo, realizaba, organizaba y proyectaba Librería Lavanda, en dichas actividades yo hacía coberturas de prensa, para el Túnel de Gusano.

Sabemos que siempre hacen falta centros culturales, sabemos que siempre deben existir estos recintos de resistencia, donde los artistas encuentren trincheras donde proyectarse, y vivir sus trabajos de letras.

Sabemos bien, que el abismo que se queda tras el cierre de Librería Lavanda.

De por sí, pocos lugares donde puedes conseguir libros a buenos precios.

De por sí, pocos lugares donde los escritores se pueden presentar y hablar de sus obras.

Qué lástima, que en vez de que presumamos que se abren más recintos especializados en la divulgación de la cultura, en difundir cultura. Vemos que se cierran estos lugares.

Gracias por todo tu esfuerzo Libre Lavanda, por caminar hacia el abismo en una cruzada de mucha inseguridad en el sendero.

Gracias por todo, Librería Lavanda por generar espacios culturales durante estos seis años, tiempo en los que pudimos compartir muchos momentos de luz, conocimiento, y cultura.

Deseo de corazón que Librería Lavanda encuentre otor momento de mayor esplendor, en su transitar por este plano de conciencia, deseo a Rosalinda oro y miel, para que continue con su odisea literaria que tanto bien le hizo a la ciudad durante seis años.

Agradezco a Síntesis Hidalgo como siempre, el espacio que me brinda, para escribir El Túnel de Gusano, sigo difundiendo, cultural, sigo divulgando cultura, hasta que esta pluma desaparezca, de este plano existencial de conciencia.

Amable lector agradezco su lectura de esta columna semanal, que el mes de octubre estaremos cumpliendo 15 años de existir, desde aquel lejano 2 de octubre del 2009 cuando comencé a crear este espacio en las redes sociales, hasta el sol de hoy.

Seguimos en la lucha