Por: Alfonso Padilla Vivanco
En la mitología griega, se identificó a Ofiuco con Esculapio, el dios de la medicina. Esculapio era hijo de Apolo y de la princesa Corónide, quien murió al traerlo al mundo. Siendo joven Esculapio, éste tenía una apariencia tan bella que todo el mundo pensaba que debía de ser uno de los dioses del Olimpo. Quirón, el más sabio de los centauros, educó a Esculapio y le enseñó el arte de la medicina. Un día Esculapio observó a una serpiente que llevaba una hierba en la boca, ésta la utilizó para revivir a otra serpiente que había muerto. Esculapio cogió la hierba y con ella amplió su conocimiento de la medicina. Un día Zeus se enteró de la existencia de Esculapio y tuvo celos de él, le lanzó un rayo y lo colocó entre las estrellas, en la constelación de Ofiuco. Se dice que el médico griego Hipócrates es descendiente de Esculapio, por ello la serpiente y Esculapio son símbolos especiales de la medicina. Los griegos también usaron algunos de estos nombres en astronomía.
En octubre del año 2022, el telescopio espacial James Webb, tomó y registró una imagen de alta resolución del cúmulo de estrellas conocido como los Pilares de la Creación. En esta imagen del Webb de hace dos años, se pueden observar estrellas que no habían sido vistas en fotografías anteriores con otros instrumentos. Muchos astrónomos han estimado la edad de estas estrellas y han concluido que son estrellas jóvenes, de tan solo unos cuantos cientos de millones de años de existencia. Los pilares de la creación es un cúmulo de estrellas jóvenes que se encuentra en el centro de la Nebulosa del Águila (M16). La forma que tiene este cúmulo es la razón por la que se le ha llamado de esa manera. En realidad son densas y polvorientas columnas que se elevan cerca del centro de la nebulosa, las cuales son de años luz de longitud. Éstas están en contracción gravitacional, lo que posibilita la formación de estrellas. El cúmulo estelar está constituido por más de cincueta estrellas, y ocupa una protuberancia que se extiende hacia el noroeste. La mayor parte de estas estrellas son supergigantes que se han formado recientemente en el seno de las regiones más densas de la nebulosa.
La nebulosa del aguila se encuentra a siete mil años luz de la Tierra, y se puede observar en la constelación de la serpiente (Serpens). Serpens es la única constelación que consta de dos partes: Serpens Caput, la cabeza, y Serpens Cauda, la cola. Ambas mitades son realmente dos constelaciones separadas, aunque juntas representan una serpiente gigante. Esta serpiente se enrolla alrededor de la constelación de Ophiuchus (portador de la serpiente o serpentario), éste sostiene el cuerpo de la serpiente en su mano izquierda y la cabeza en su mano derecha. Serpens es una de las 48 constelaciones griegas antiguas. Según la leyenda, el Ophiuchus representa al sanador Asclepio, quien supuestamente devolvía la vida a los muertos. En la mitología griega, las serpientes eran un símbolo de renacimiento porque renuevan su piel. La nebulosa del aguila, la que por cierto fue previamente fotografiada por el telescopio espacial Hubble, se encuentra en la parte de la constelación conocida como, Serpens Cauda.
No solo los pilares de la creación es el único cúmulo intresante en la constelación de Serpens, también el grupo de galaxias conocido como: Sexteto de Seyfert se encuentra en la constelación de la Serpiente, pero a unos ciento noventa millones de años luz de distancia de nuestro sistema solar. Es un grupo galáctico de seis galaxias. De acuerdo al nuevo catálogo general, las galaxias se han desigando como: NGC 6027; NGC 6027a; NGC 6027b; NGC 6027c; NGC 6027d; y NGC 6027e. De los cálculos realizados por los astrónomos y científicos se espera que la interacción gravitatoria entre estas galaxias continúe, durante cientos de millones de años, lo que las llevaría a que se fusionen para formar una sola galaxia gigante, que podría ser del tipo elíptica.
Las principales estrellas que contiene la constelación de la serpiente son Unukalhai (Alfa Serpentis) y Delta Serpentis. Esta segunda estrella es una binaria interactiva y sus dos componentes pueden distinguirse con un telescopio de diámetro pequeño. También es interesante el cúmulo globular M5, el que se enceuntra a 26 mil años luz de distancia de nosotros. Este puede observarse con la ayuda de prismáticos.
El universo guarda aún grandes secretos por descubrir, mientras los científicos y los astronomos trabajan en ello, apreciable lector, te invito a ver este interesante video:
Universidad Politécnica de Tulancingo. alfonso.padilla@upt.edu.mx
