Como parte del segmento “Mujeres en la historia” que se presentó este jueves en la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum se recordó a la hidalguense Elisa Acuña.

 

Ella fue una maestra, periodista y revolucionaria originaria de Mineral del Monte, Hidalgo, quien luchó desde varias trincheras en contra de la reelección y a favor de la libertad, la justicia y los derechos de la mujer.

 

A principios del siglo XX se unió al Club Liberal Ponciano Arriaga, que era opositor a Porfirio Díaz y está integrado por los hermanos Flores Magón y dónde fue vocal en la mesa directiva.

 

Fue acusada de incitar a la revolución y por ello fue presa política en 1903 en la cárcel de Belén junto a Juana Belén Gutiérrez, maestra, periodista y revolucionaria, así como diversos redactores de “El hijo del Ahuizote”.

 

Tras su salida, se exilió en San Antonio Texas, dónde se dedicó a editar, junto a Gutiérrez, periódicos subversivos como “Fiat Lux” y “Vesper”.

 

En 1910 fundó junto a Gutiérrez el club antirrevolucionista “Las hijas de Cuauhtémoc”, que agrupó a más de 300 mujeres que demandaron mejores condiciones laborales y organizaron huelgas y crearon el periódico “La Guillotina”.

 

 

Además participó en la candidatura de Francisco I. Madero y a la muerte del revolucionario se unió al zapatismo repartiendo propaganda.

 

En 1920 participó en el Consejo Feminista Mexicano, organismo que buscaba agrupar a las mujeres propagandistas de la Revolución Mexicana y exigia a los hombres ser reconocidas en ese tiempo.

 

Al crearse la Secretaría de Educación Pública (SEPH) se integró al proyecto de Formación para Escuela Rurales y en 1927 fue jefa de la sexta misión cultural en San Luis Potosí, Zacatecas. En 1945, un año antes de morir, recibió la condecoración del mérito revolucionario.