Por: Leonado Valadez Castillo
Con el alud de reformas a la Constitución, a leyes secundarias y a leyes que rigen en los 32 estados de la República, se espera que en breve la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envíe al Congreso su propuesta de Reforma Política que busca eliminar a los llamados diputados y senadores de mayoría y quedarse con los que ganan elecciones voto por voto, casilla por casilla.
Desde luego, hay que esperar a que la presidenta Sheinbaum haga llegar al Congreso su iniciativa de Reforma Política para conocer las nuevas formas de llamar a quienes son electos voto por voto y a quienes, hasta ahora se les conoce como de partido: En todo caso, es de esperar que prevalezca solo una de las categorías que con ella se pueda encontrar legitimidad de los electos.
En la actualidad se ha desatado un debate, serio debate, por que prevalezcan las cosas con se dan en la actualidad con 300 diputados de voto directo y 200 diputados de representación proporcional, de igual manera, 64 senadores votados por los electores y 64 elegidos en forma distinta.
Un tema que no pasa desapercibido, es que, en los Congresos, sea la Cámara de Senadores, ya en la de diputados o en Congresos locales, son los legisladores plurinominales o los senadores ídem, quienes ostentan los cargos de dirección; las llamadas Juntas de Coordinación Política o presidencias de la Cámara de Senadores o de algunos congresos en las entidades.
Es el caso de los Partidos Políticos, que son los realmente ganan o es a pesar de que tengan mucha o poca votación, pues el Estado Mexicano, el Instituto Nacional Electoral y en los estados sus símiles, quienes les entregan miles de millones de pesos haya o no haya elecciones que realizar.
Se sabe que existente desde siempre partidos políticos cuasi familiares que sobreviven a regímenes del Partido Revolucionario Institucional, al Partido Acción Nacional e incluso al Movimiento de Regeneración Nacional con sólo fijarse firmemente en quienes van a ganar las elecciones para forman coaliciones que permiten a sus liderazgos vivir, si se me permite la expresión, mejor que los magnates que en México los hay, pero sin que tengan que rendir cuentas a nadie.
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