En vísperas de la celebración del Día de la Candelaria, los comerciantes de la capital hidalguense ofrecen servicios de restauración y vestimenta para figuras del Niño Dios, una tradición que evoca el 2 de febrero, cuando miles de fieles acuden a las iglesias para recibir la bendición de sus figuras.
José Luis Cabrera, un restaurador con más de una décadas de experiencia, inició su vocación a los 14 años y ha dedicado su vida a este oficio que necesita de paciencia y dedicación.
«Un proceso de restauración de un Niño Dios puede tomar entre una semana y una semana y media, ya que implica pegar, tallar, lijar y repintar la figura,» comentó José Luis, quien durante esta temporada ha reparado alrededor de 500 figuras.
Para los comerciantes locales, esta temporada es una bocanada de aire fresco, aunque ofrecen sus servicios durante todo el año, las semanas previas al Día de la Candelaria son las más activas.
“Gracias a dios todavía existe mucha gente católica y la temporada está muy buena”, enfatizó.
Los precios de las restauraciones varían según el tamaño y los daños de la figura, desde 50 hasta 600 pesos, mientras que las vestimentas pueden costar entre 100 y mil pesos, dependiendo del diseño y material.
Sin embargo José Luis refirió que por el amor a su oficio y su devoción a la religión católica, brinda restauración y vestimenta gratuita a quienes no pueden costear el servicio debido a su situación económica.
“Me gusta enlazar la tradición con mi fe católica, el vestir a un niño dios tiene mucho que ver con mi devoción por eso me gusta mucho lo que hago”, expresó el restaurador.