Con flores en una mano y un niño Dios en la otra, acudieron cientos de feligreses a misa en la iglesia de la Asunción, como parte del festejo del Día de la Candelaria.
Las puertas de la iglesia se abrieron y cerraron desde las 8:00 horas, y en cada celebración religiosa, que duró media hora, el padre bendijo las velas, las semillas para las próximas siembras y las figuras religiosas.
Julieta Martinez, llevó en una pequeña canasta a cinco niños Dios, de 20, 10, ocho, dos y un año de antigüedad; “Todos me los ha regalado mi hija y los hemos traído a que los bendigan” , precisó.
Aunque muchos acudieron para pedir, Martínez le agradeció a Dios que la haya dejado vivir 74 años con una gran familia.
Otra feligrese que se formó afuera del portón, fue Teresa Soto, quien llevó en brazos a un niñito de tamaño mediano que su esposo le regaló hace 20 años; “él ya no está con nosotros”.
No lo presentó en sillita ni en pesebre porque “es un bebé”, por lo que lo enrolló en un reboso negro.
El párroco Miguel Peña Ortega mencionó que el día de la Candelaria se atribuye al Día de la Luz, “esta rompe las tinieblas y la oscuridad”. Además de que representa la presentación de Jesús ante Dios.
Abordó el tema de la violencia intrafamiliar y en que hay niños creciendo en dicho ambiente; “comprometámonos a darles un buen referente familiar y acérquense a Dios», pidió a las familias, a quienes exhortó a no vestir a las figuras religiosas de santos o de ángeles.