Instruido por Juárez y Carvajal, representante juarista en Estados Unidos, Lewis Wallace que escribirá la novela Ben-Hur, por años recluta voluntarios en New York, Washington, Tejas, y Méjico. Con gran talento y carisma soborna militares y civiles cuya simpatía al Segundo Imperio Mexicano es canjeable al hacerse reclutas juaristas por unos dólares.
Con órdenes de USA y por 100 mil pesos, más el sueldo militar, Lewis recluta soldados negros y ex confederados que saldrán víctimas del Ejército Imperial Mejicano. Para abril de 1865 Lewis y Carvajal en Washington firman un tratado en donde los recibe Seward y el presidente Johnson.
Ulyses Grant le dará una carta de recomendación a Carvajal como: «el General del Ejército Liberal de Méjico y Gobernador de Tamaulipas» fechada el 16 de junio de 1865 para Philip Sheridan el encargado militar para transferirle armas, y municiones, artillería, dinero y hasta soldados yanquis para México.
Se trataba de 50 millones de pesos, a cambio de Tamaulipas, SLP, y la concesión de esta vía de ferrocarril doble Matamoros a Mazatlán con inmediata ocupación que es clasificada «solamente para colonos blancos» según lo remarcara aquel muy excluyente Tratado Carvajal-Woodhouse y el Tratado Carvajal-Corlies, allá por octubre de 1865.
Se determina el punto de acopio de armas, hombres y municiones en Coahuila, Andrés Viesca sería el encargado militar para tales efectos. Lewis entra en contacto con Viesca y trabará, si no amistad, al menos confianza. En Coahuila, siente nostalgia por aquellos compañeros de armas que le acompañaran cuando Wallace debutara como invasor.
Será el mismo oficio, pero ahora con más expectativas y posible papel protagónico en este nuevo drama, cuando tendrá opción de quedarse en México como dueño de parajes, que podrían remitirle a las llanuras fértiles de Parras y de Arteaga el inmenso desierto desde la Laguna de Parras a Chihuahua, tal como lo relatara.
Sus sueños se truncan conforme los yanquis apoyan a los juaristas. El 1 de abril de 1866 Benito Juárez felicita a Viesca en una carta por la batalla de Santa Isabel, pero lamenta no «hipotequen» Tamaulipas y SLP con USA: «del préstamo de USA hay pocas esperanzas, persisten las ilusiones de Carvajal, quien a cada ocho días me explica que todo le va bien».
Carvajal y Lewis no sólo recibirán apoyo de USA sino negocios e imprimirán bonos respaldados con territorios, minas, afluentes, y recursos. La rivalidad de Matías Romero mina a Carvajal en tanto Romero gana reconocimiento cuando aquella firma del dicho tratado resultaría siendo desechada, por instancias del mismo Seward.
Seward ve cuánto costará ocupar los territorios de México y el desagrado de hacer ciudadanos de USA a mexicanos «raza mezclada poco menos que salvajes». Si el veterano Lewis abrazaba la alocada idea de cosechar laureles en territorio mexicano, aquel anhelo se mira radicalmente revertido apareciendo ahora como solo una posibilidad.
Ni Grant ni Sheridan deben enviar hombres y municiones desde USA a Matamoros, Sherman asesoraba a Mariano Escobedo desde Monterrey en la toma del Convento de las Capuchinas en Querétaro. En mayo Carvajal se apaga en escena, Lewis recibe órdenes de USA para que se pusiera a disposición de Matías Romero a la menor brevedad posible.
Lewis se serena en Monterrey, Saltillo. Disfruta la cortesía de Viesca gobernador de Coahuila en 1867, Lewis ve cómo el fruto de sus esfuerzos y de su país culminan el 15 de mayo tras el asedio de artilleros yanquis. Querétaro será tomada por Mariano Escobedo luego de sobornar al traidor Miguel López.
El II imperio muere y el pupilo de Sherman, Escobedo recibe la espada de Maximiliano y un yanqui toma los catalejos del Emperador, según Blasio en ‘Maximiliano Intimo’. Todo le sabría a gloria a Lewis, aunque un día anterior Romero le negara aquellos cien mil pesos que Juárez y Carvajal antes le hubieran prometido, hace como dos largos años.
Tras el fusilamiento de Maximiliano, Lewis se va a su país, pero antes Viesca le da comitiva en octubre en la Comarca Lagunera a Chihuahua hospedándose en las ruinas de la antigua y próspera Hacienda de Hornos una propiedad incautada al difunto imperialista Zuloaga en donde caza búfalos en las inmediaciones de Laguna del Mayrán.
En su país Lewis le exige a Benito Juárez su dinero y el 4 de mayo de 1868 lo disputa. Siete años después Lewis menciona a sus camaradas sobre la primera invasión de Scott y cuán apetecible era aquel territorio extenso y lleno de variedad y riquezas llamado México, en tanto llamará a los mexicanos «grasientos» greasers, frase con la que discriminará hasta el fin de sus días.