“Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad”
Nelson Mandela
Dr. Pastor Badillo Flores*
Este 6 de agosto un grupo de 300 migrantes decidió partir desde la ciudad de Tapachula, en el sur de México, hacia el norte, en busca de obtener asentamiento en otras partes del territorio mexicano. Lo anterior debido a la ineficiente resolución y atención brindada por parte de las autoridades en el proceso de la regularización migratoria.
La ciudad de Tapachula se caracteriza por albergar grandes grupos de migrantes en la frontera sur de México, y fue desde el inicio del mandato del presidente Donald Trump que el movimiento por parte de estos y su flujo se vio en declive. Dado a esto es que el mantenimiento de los albergues y parte de la comunidad ha sido afectada.
Derivado de la nueva política migratoria restrictiva de Estados Unidos gran parte de los migrantes en México decidió renunciar al sueño americano. En el año 2023 alrededor de 38 mil personas solicitaron asilo, y al suspenderse en el 2024 el CBP ONE cerca de 80 mil solicitantes se quedaron en México, mencionó Pierre-Marc René miembro de la asociación pública de ACNUR el 26 de julio de 2025 para Azteca Noticias.
Según nota periodística de fecha 6 de agosto publicada por El País, un grupo de migrantes provenientes de países como Cuba, Nicaragua, Honduras y Venezuela se movilizan en parte del territorio mexicano esperando que en otras regiones consigan resolver su condición migratoria. Su objetivo no es llegar y asentarse en los Estados Unidos, sino en México, encontrar fuentes de empleo que les ofrezcan seguridad social, misma que les provea de una mejor calidad de vida en el cumplimiento del ahora llamado “sueño mexicano”.
Las vías que la población migrante debe seguir están sometidas a procesos administrativos costosos, lentos e ineficientes, la espera mínima de una cita para obtener el registro es de dos meses. La mayoría de ellos buscan la obtención de documentos que les permitan adquirir un empleo. Según el boletín de estadísticas migratorias para México de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2024), los principales países que se dirigen hacia México son de Centroamérica y Sudamérica entre los que se encuentran Honduras, Guatemala, Ecuador, Colombia, Nicaragua, El Salvador, Haití y Cuba.
En el paso por la búsqueda de una mejor calidad de vida es que miles de migrantes se ven sujetos a condiciones de desigualdad, discriminación, violencia y xenofobia. La respuesta al fenómeno de las caravanas migrantes ha reflejado que en México no se logra sostener y dar atención al conglomerado del flujo migratorio, además de que la respuesta por parte de la sociedad solo ha manifestado su descontento.
Las causas por las cuales la mayor parte de los migrantes deciden salir de sus países son por razones económicas, de violencia e inseguridad, donde optan por elegir a México como una mejor opción ante lo que acontece en sus países de origen. Las crisis políticas y económicas de estos solo han orillado a su urbe a verse en la necesidad de dejar atrás a sus familias, así como su deseo de permanecer en sus ciudades de origen.
La experiencia migrante por el paso en México radica en la necesidad de un nivel de consciencia y estudio en el que la sensibilización aporte a la relación entre quienes han decidido salir de sus países hacia espacios ya habitados y permeados de su cultura propia. Asimismo, realizar un acto de consciencia e introspección en donde la problemática del fenómeno migratorio no sea ajena a la estructura en la que la sociedad mexicana ha decido construir sus bases culturales y políticas.
Las barreras lingüísticas, la segregación social, los estereotipos negativos y las políticas migratorias restrictivas son lo que a lo largo de la historia en la conformación de la política migratoria en México ha dado como resultado el abuso de poder, la falta de acceso a los servicios básicos, la explotación laboral, trata de personas y redes de apoyo precarias.
Aunque basada en una agenda dictada por los derechos humanos, persiste en el esquema donde la atención a las necesidades de los migrantes que deciden residir en el territorio se vea perjudicado en ocasiones por casos de xenofobia, misma que replica conductas que solo reproducen actos de violencia y discriminación.
El hecho de que el “sueño mexicano” se haya materializado como una construcción precedida de la necesidad de encontrar seguridad y estabilidad económica, social y política también funciona como un espejo que deja ver las grandes fallas en un sistema condicional a las oportunidades, que no puede darse abasto, es decir, parece no contar con la capacidad necesaria para atender el problema.
*Dr. Pastor Badillo Flores
Investigador posdoctoral en El Colegio del Estado de Hidalgo*
*Sheccid Escarlet Baca González
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo*
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