¡Gasolina y sin filas! Por segundo día consecutivo, y después de dos semanas de abasto insuficiente de combustibles, este martes fue posible acudir a los expendios y ser atendidos conforme al holograma anticontaminante, o formar algunas cortas filas en gasolineras que despacharon sin distinción.

Lo anterior, no obstante que algunos expendios lucieron cerrados a lo largo del día, pues reciben y despachan combustibles por la noche y madrugada.

Expendios ubicados en los principales bulevares y avenidas del sur de Pachuca pudieron atender a su clientela en orden, sin discusiones ni conatos de peleas, además de que no se observaron filas de personas esperando cargar en bidones.

Es que ya no es negocio, ya hay gasolina por todo Pachuca y muchos de los que cargaban en garrafones era para revender”, se comentó entre despachadores.

Llegue, había tres carros adelante del mío y en minutos salí con el tanque lleno”, comentó José Elías Ugalde, vecino del sur de la ciudad, quien acudió a un expendio ubicado en el bulevar Nuevo Hidalgo.

De que ya hay combustible, ya hay; fíjese usted, en las gasolineras que están cerradas no hay filas de gente esperando que lleguen las pipas, como hace unos días”, comentó a su vez Rosendo García Rulo.

En gasolineras como la ubicada en el fraccionamiento Quinta Bonita, sobre el bulevar Nuevo Hidalgo, se observó una larga fila… pero de patrullas, esperando cargar en la fila correspondiente, mientras que en el resto de las bombas se despachaba a particulares.

También taxistas debieron formar filas para cargar, pero de unos cuantos vehículos, sin las largas esperas. “¡Qué diferencia, ahorita 15 minutos y ya cargue, y en días pasados me formaba por cinco, seis horas o hasta toda la noche”, aseguró José Miguel Baranda, taxista local.

 

¡A pedalear!

Mientras tanto, en las colonias y fraccionamientos al sur de la ciudad se ha incrementado el número de ciclistas que pedalean a sus destinos.

Inclusive en algunos supermercados de cadena mundial fueron puestas a la venta, de mil 100 a 613 pesos, bicicletas para hombre, mujer y niños, con una ostentosa leyenda de “no consumo gasolina”.

Pues la falta de gasolina nos sirvió para hacer ejercicio; antes me iba en la camioneta a todos lados y comencé a caminar al supermercado, a la escuela con los niños, a la panadería… realmente me siento mejor”, comentó Juliana Aguirre, madre de familia.

Fueron días de abasto insuficiente de combustible en los que las familias “aprendimos a levantarnos más temprano y a sufrir apretados en el Tuzobus, pero llegamos”.

No se imagina cuantos clientes riquillos hice en esos días; me dejaban todo perfumado el taxi y ni chistaban al pagar”, compartió sonriente el taxista Jesús Moreno.