La asociación Ciartes y Sí presentará en Pachuca y Tulancingo con motivo del Día Internacional de la Mujer, la puesta en escena titulada “Desdémona”, que es una versión diferente de la obra “Otelo” de William Shakespeare, en donde se busca presentar al público esta obra teatral vista desde la perspectiva de la mujer, que al final fue víctima de feminicidio por los celos del protagonista.
“Desdémona” se va a presentar el 10 de marzo a las 19:00 horas en Punta del Foro en Tulancingo, los días 11 y 12 de marzo en el Tecnológico de Monterrey y el 13 de marzo en dos funciones, a las 13:00 y 19:00 horas en el teatro Guillermo Romo de Vivar en Pachuca.
Ana Liedo Lavaniegos produce esta obra, cuya dirección corre a cargo de Alberto Lara Enriquez, creador escénico multidisciplinario, expuso que “Desdémona” es un espectáculo con la primera intención de entretener al público, obra que formaron a partir de “Otelo”, de William Shakespeare, pero la adaptaron y la movieron desde la perspectiva de Desdémona.
Apuntó que atienen de manera más puntual en esta obra temas que en el texto clásico no se ven, “lo que vemos es un feminicidio, es un hombre que mata a su mujer por celos, es un feminicidio, eso es lo que vemos”.
“Las circunstancias es lo interesante, en la obra (original) poco se ve, pero sí lo menciona en alguna parte, cuando Otelo dice: ‘Desdémona se ha enamorado de mí, a pesar de que era tan distinta en clase, en color y en edad, porque se conmovió por mi historia, porque desde los 7 años andaba ahí en la guerra’”.
Lara lo transpola a la actualidad, en infancias que están rodeadas de violencia en México y el continente, “es un conflicto vigente hasta la fecha”.
Y cita un dato, al señalar que el 89 por ciento de los feminicidas empiezan como maltratadores de animales, y el 100 por ciento de ellos fueron niños maltratados, “no son conflictos aislados, son sistemáticos, nuestra cultura, nuestro modo de vivir y de conceptualizar la niñez, los varones, las mujeres, nos está matado, las guerras, todo eso va a el ADN y va generando muchísima violencia sistemática, es una enfermedad”.
Expresa que el lenguaje de la obra se plantea a cómo llegar a los jóvenes, por lo que han encontrado que a través del canto y cierta picardía de los personajes en su adaptación, los acercan a la cotidianidad de los jóvenes lo que permite más identificación.
Lara manifiesta que la idea de ver la obra de Otelo desde la mirada de Desdémona, es para concientizar al espectador de que no es normal el estado en el que estamos, “no es un estado de normalidad, que tenemos que generar lo bueno del día, porque si no, nos deprimimos, nos enfermamos o enloquecemos, todos algún día vamos a morir pero la idea es cómo pasar ese tránsito, y eso lo puedes decidir tú, rescatar lo bueno del día, tender a la felicidad, a la armonía, al amor”.
“Creo que de parte de los varones es como un acto de comunicación y decir: tenemos la visión que ustedes tienen, sentimos como ustedes sienten y estamos dispuestos a tejernos de manera que juntos hagamos algo, creo que es lo importante. Una cosa es el problema de la sensibilización y otra también muy compleja es el problema de la comunicación, porque a veces queremos ayudar y empeoramos las cosas”.
De tal suerte, que Alberto Lara considera que se trata de partir de las preguntas ¿Dónde me pongo? y ¿Cómo me conecto?, “Cómo puedo ayudar como si no fuera un problema externo, sino cómo me puedo poner y tejer contigo para que hagamos las cosas. Es tal vez muy modesto, pero de entrada hay que decir: ya nos dimos cuenta, ahora queremos preguntar ¿cómo nos ponemos? Porque en la obra terminamos con datos duros de lo que está pasando aquí en Hidalgo, sí partimos de un drama teatral y universal, pero lo aterrizamos a lo que está pasando aquí, cada vez hay más desaparecidas, más muertas, más muertos”.
“Es poner en la mesa el debate del tema, la puesta en escena ahí está, pero lo que queremos hacer con nuestra propuesta es apostarle a la transformación social, es eso”.
Lara Enriquez agrega, “la misma obra da la pauta para el amor, el amor entre distintos, que creo que es lo que hace falta, porque es bien fácil querer a los tuyos, y eso a veces, o decir que quieres, pero accionar distinto, empezar a impactar en tu casa, vecindario positivamente, al mundo al que uno tiene acceso”.
Así que en la obra se plantea conducirse con amor y con sensatez en la vida, “porque el desinterés está causando cada vez más muertes, más dolor y en teoría nadie quiere vivir así, algo tenemos que hacer y sí queremos imbuirle al espectador la onda de sí se puede, sí podemos transformar la realidad en que vivimos, no podemos permanecer indiferentes, apáticos o silenciosos”.
Además, en su adaptación, ingresa un personaje, que encarna el actor Levy Correa, quien funge como una especie de coro del pueblo, para abrir el espacio del público, para que si alguien de verdad siente que puede expresar algo, también en esta puesta en escena se abra el espacio para que lo diga, además de que interactúa con el público, pues se pone en sus inmediaciones para que lo ubique someramente y de pronto, haga su aparición sorpresiva en la obra.