El estado de Hidalgo es una de las cinco entidades en el país con menor índice delictivo de acuerdo al Índice de Paz México 2019, del Instituto para la Economía y la Paz, que le ubica en el quinto sitio. Identifica este organismo internacional, que tiene como misión identificar y medir los factores que impulsan la paz, a los estados de Yucatán, Campeche, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo, como las cinco entidades más pacíficas del país.
En contraste, y de acuerdo a este índice, los cinco estados menos pacíficos presentaron un deterioro en 2018 y abarcan toda la geografía del país: Guerrero, Colima y Baja California se encuentran sobre la costa del Pacífico; Quintana Roo está en el mar Caribe, y Chihuahua se localiza en la frontera con Estados Unidos. Las calificaciones de estos estados fueron bajas prácticamente en todos los indicadores.
Satisfacción empresarial por este resultado
Esta medición generó satisfacción en las dos principales cúpulas empresariales en la entidad, el Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo (CCEH) y la Coparmex Hidalgo, que hacen notar que es el clima de seguridad y paz social un factor muy considerado por los inversionistas al momento de elegir los sitios en donde invertir sus capitales.
El presidente de la Coparmex Hidalgo, Ricardo Rivera Barquín, calificó de muy alentador el que Hidalgo ocupe esa quinta posición; “definitivamente la coordinación del gobierno estatal con el federal en tema de seguridad da resultados positivos.”
No quiere decir esto, añadió, que “en Hidalgo no existan casos de inseguridad, pero el trabajo que se está haciendo permite considerar a nuestro estado como un estado pacifico”.
Recordó Rivera Barquín que dentro de pocos días se estará inaugurando el C5i, “con lo cual, la sociedad civil y empresarios, podremos sentirnos aún más seguros”.
Dijo que “el tema de seguridad nos compete a todos y por tanto el incorporar a los empresarios al programa #HidalgoSeguro con la conexión directa de las cámaras a C5i, ayudará a contar con un mayor número de cámaras que estarán viendo lo que sucede en nuestro estado.”
Por su parte el presidente del CCEG, Edgar Espínola Licona, consideró que “se tiene que seguir trabajando para lograr no sólo la atracción de inversiones, si no para que nuestras familias vivan más seguras cada día; este quinto lugar es bueno pero podemos estar mejor.”
Subrayó el empresario que “todo lo que se haga en favor de la seguridad traerá, desde luego, resultados en materia de inversiones económicas”.
A cuidar la seguridad y la paz social, se convoca
Sin embargo hace notar el organismo que en 2018 los cinco estados más pacíficos en el país “registraron un incremento en sus tasas de homicidios, lo que concuerda con la tendencia nacional.”
Tres de los cinco —Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo— presentaron un deterioro en sus calificaciones del IPM el año anterior, “lo que indica que la escalada de violencia ha alcanzado incluso a las zonas más pacíficas del país”.
Hidalgo seguro, no así el país
En lo que se refiere al país, en 2018, la paz en México tuvo un retroceso de 4.9 por ciento; el nivel de paz mejoró en 10 estados, y en 22 se deterioró.
La razón principal de ese deterioro fue el recrudecimiento de la tasa de homicidios el año anterior, que se elevó 14 por ciento, alcanzando tres niveles históricamente altos: 27 muertes por cada 100,000 habitantes, o más de 34,000 víctimas.
Este grado de violencia supera el punto álgido que hubo en 2011. El incremento en la tasa de homicidios en 2018 se acompañó de un aumento considerable en la tasa de violencia con armas de fuego, que creció 16% y provocó que 24 de los 32 estados reportaran crecientes tasas de delitos cometidos con ese tipo de armas.
El principal hallazgo del informe de este año es que, ante la escalada de violencia, el gobierno ha invertido en el sistema judicial menos de lo que se requiere.
Actualmente, el gasto del gobierno en las fuerzas policiales y el sistema judicial como porcentaje del PIB, es apenas la mitad del promedio de los demás países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ello, pese a que reducir la violencia de todo México al nivel de sus cinco estados más pacíficos generaría un dividendo de paz de 2.5 billones de pesos al año, o 10 billones de pesos durante un periodo de cuatro años.
Aunado a lo anterior, únicamente en 7 por ciento de los delitos se abrieron carpetas de investigación en 2017 y menos de 3 por ciento terminaron en una sentencia, lo que arrojó una tasa de impunidad de 97 por ciento.
El impacto económico de la violencia se elevó 10 por ciento en 2018, alcanzando los 5.16 billones de pesos -268 mil millones de dólares-, lo que equivale a 24 por ciento del PIB del país.
En términos per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 41 mil 181 pesos, más de cinco veces el salario mensual promedio de un trabajador mexicano.
Eso implicaría un valor económico adicional equivalente a 11 por ciento del PIB de México de 2018, o más de 11 veces el gasto actual del gobierno federal en seguridad interna y justicia.