Durante un corto tiempo, hice trabajo periodístico para la serie “Taller de sexualidad” de canal 11. Miren he cubierto guerras, conflictos y desastres naturales y ninguno de esos eventos me han podido tanto como todo lo relacionado con esos temas.
Prostitución infantil, prostitución, prostitución en la 3ª edad, migración y Sida, Sida y nuevos medicamentos, son algunos de los temas de los que tuve que reportear para el canal del IPN.

He entrevistado a decenas de mujeres en situación de prostitución, sin importar el tema a todas les he hecho la misma pregunta: ¿te gusta a lo que te dedicas? Todas responden que no, incluso algunas de ellas se declararon asqueadas de tener que hacer lo que hacen.

En cada ocasión en que regresé a mi casa luego de hacer las entrevistas sentí como que yo era una rata saliendo del drenaje, así de sórdido, violento y degradante es el ambiente que acompaña a las mujeres prostituidas, sea en el cuadrante de la Soledad en la Merced en Ciudad de México o en un Pent-house de lujo.

“Ninguna mujer nace para puta” es el nombre del libro que escribieron Sonia Sánchez y María Galindo. Dice María sobre el libro: “La puta es la anfitriona del cambio social. Porque, así como el ama de casa puede recoger todos sus saberes sobre la vida y devolverlos a todas las mujeres como fundamental a la vida humana; así como la lesbiana puede recoger todo su saber sobre su cuerpo y devolverlo a todas las mujeres, así la puta puede recoger todo su saber sobre el otro violento y prostituyente y devolverlo a las mujeres. En ella y desde ella en rebelión, es que muchas cosas se pueden aclarar. Si ella desactiva los mecanismos de cosificación que sobre su cuerpo y su placer recaen es una tarea que nos va a llover y mojar de agua fresca a todas”.

Vale mucho la pena leer este libro, aclara mucho y dimensiona el enorme y complejo problema que representa la prostitución para toda la sociedad, es algo que simple y sencillamente no debería existir, qué no se trata del oficio más antiguo del mundo, sino del abuso más antiguo del mundo, nada más de entrada porque es una violación monumental a los derechos humanos de tantas mujeres.

Todo viene a colación por la webinar en la que participaron las antropólogas Marta Lamas y Melissa Fernández sobre si regular o abolir la prostitución y la respuesta que le da a Marta, precisamente Sonia Sánchez, autora del libro “Ninguna mujer nace para puta”.

Sí, Marta lo dijo, que los hombres que hacen uso, y yo agrego abuso, del sexo servicio es porque tienen esposas frígidas, Sonia le respondió que no hay mujeres frígidas sino hombres que no saben coger.
Ambas tienen razón y están relatando lo mismo.

Por cierto, el término frigidez ya no se usa en la sexualidad ahora se denomina anorgasmia.
Marta y Sonia se están refiriendo a la concepción patriarcal y machista de la sexualidad humana, heteronormativa, doble moral, ultra conservadora, taimada y violenta que califica a las mujeres de buenas, las que no tienen placer ni deseo sexual y las putas que expresan deseo y placer sexual. Esta noción de sexualidad, sólo reconoce el deseo y el placer masculino y no los derechos sexuales de las mujeres, las mujeres también somos seres sexuados.

Me explico con la siguiente anécdota, en el primer taller que di sobre autoerotismo femenino, conocí a una mujer que se casó joven y virgen. En la noche de bodas, durante su primer encuentro sexual, su cuerpo reaccionó de manera natural a los estímulos que estaba recibiendo.

El marido, se levantó muy enojado y la acusó de haberlo engañado porque sabía cómo moverse, abandonó la habitación, dejándola totalmente confundida. Ella pidió perdón y a partir de entonces canceló su deseo y su placer, el único que disfrutaba era él. Cuando la conocí a sus 60 años, jamás había experimentado un orgasmo, no es que fuera anorgásmica, es que el trauma que le dejó esa primera noche ya no le permitió abrirse al deseo ni al placer. A situaciones como ésta se refería Marta. Y aquí queda al dedillo parte del poema de Sor Juana Inés de la Cruz, “hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis”.

Hace apenas dos semanas hablaba en esta misma columna sobre los nuevos descubrimientos en torno a la sexualidad femenina, ¡fabulosa de verdad!, pero increíble que apenas se esté reconociendo la sexualidad de las mujeres.

Esto quiere decir que la enorme mayoría de los hombres occidentales de todas las épocas, han tenido relaciones sexuales desde la ignorancia y el desconocimiento y sobre todo recalcar que no les interesa saber más sobre la sexualidad femenina, porque ellos se consideran la medida de todo. A esto se refiere Sonia, no hay mujeres anorgásmicas, hay hombres que no saben coger.

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