El Consejo Supremo Hñähñu (CSH) festejó el XLI aniversario luctuoso del ilustre profesor y antropólogo Maurilio Muñoz Basilio, acaecido el 17 de mayo de 1982. Ante su monumento de bronce asentado en el Parque Benito Juárez de la ciudad de Ixmiquilpan Hidalgo se congrego el público amante a la cultura. En este año se cumple un siglo de haber nacido en el poblado Arbolado municipio de Tasquillo, Estado de Hidalgo. Tasquillo integra el Valle del Mezquital, región que en aquellos años fue sinónimo de pobreza, insalubre por carencia de agua en la mayoría de las poblaciones, acentuado atraso económico y de rezago en la educación.
El estudioso de la cultura, en aspectos sociales y fisonomías físicos, Salomón Nahmad, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), relativo a Maurilio Muñoz, expresó: “fue un antropólogo social aplicado y comprometido con los pueblos originarios de México, con quienes trabajó incansablemente”. Su dinamismo lo desempeñó en el Instituto Nacional Indigenista (INI), contribuyó en la creación de diez centros coordinadores indigenistas, director del Centro Coordinador Tzeltal Tzotzil en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Temascal Oaxaca, Guachochi Chihuahua, Tlapa Guerrero. Además, subdirector general y coordinador general del INI.
Maurilio Muñoz fue hablante de la lengua otomí, hoy hñähñu, al igual la gran mayoría de los habitantes de la región del Valle del Mezquital Hidalgo. Así lo muestra la investigación realizado por Miguel Othón De Mendizábal, asesor sobre asuntos indígenas durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, en su obra publicado en 1936, con datos obtenidos en censo de 1930: “de una población total de 5967 habitantes, el 93.38 % hablaban hñähñu, y de estos, muy pocos el idioma español, por lo que el 73. 34% eran monolingües hñähñu. En lo que compete educativo, “de 3984 individuos (1806 hombres, y 2088 mujeres en edad preescolar, sabían escribir leer 21 hombres y dos mujeres lo que significa un analfabetismo del 90.2%”. (De Mendizábal. 1947: 214)
El educador Moisés Sáenz Garza fue pionero en impulsar la educación escolarizada para los hablantes de una lengua originaria, dio origen la Escuela Secundaria, fomentó la creación de escuelas rurales. Además, contribuyo en destacar el indigenismo: “El indio, por ejemplo, no es objeto de curiosidad científica, sino de inquietud humana; se le estudia para clasificarlo, ni siquiera para salvarlo, sino para hacerlo nuestro”.
Moisés Sáenz, en el lapso de 1936 a 1938 acude a conferencias organizadas en Bolivia, Guatemala, Ecuador y Perú, concerniente a temas indigenistas, promotor de la creación del Instituto Indigenista Interamericano. Entre su legado literario destacan: “El Indio Ecuatoriano,”, El Indio peruano”. “Un día de muertos en Janitzio”, México integro” Entre otros.
El acentuado interés sobre el tema indigenista fue consolidado en el Congreso para estudiosos de lenguas autóctonas, que en un principio fue planeado en Bolivia, sin embargo, se realizó en Pátzcuaro Michoacán México. Este programa fue en abril de 1940, cuyo título fue “Primer Congreso Indigenista Interamericano, siendo presidente de la república el Presidente Lázaro Cárdenas, connotado promotor del indigenismo, por tal razón, el mandatario federal fue conocido por los nativos de Michoacán por: “Tata Lázaro”
Maurilio Muñoz se entregó al estudio de grupos originarios a través del INI, con presteza lo desempeña por varios años, a sabiendas de haber cumplido ciertos compromisos con ellos, en años subsiguientes, en gobierno de Luis Echeverría Álvarez fue nombrado vocal ejecutivo del Patrimonio Indígena del Valle del Mezquital (PIVM), así fue creado en un principio. Posteriormente se le agrega y la Huasteca Hidalguense para ser PIVM y HH. El periodo que dirige esta institución fue de 1973 – 1974. Dicho patronato se rigió con presupuesto propio otorgado por el gobierno federal para cumplir con las políticas sociales requeridas en el árido Valle del Mezquital Hidalgo, y en la escabrosa orografía de la Huasteca Hidalguense. El nombramiento asignado fue por méritos propios, no lo obtuvo por recomendaciones de padrinos políticos.
Entre estos beneficios a la comunidad, fue surtir de agua potable a través de pipas, en lo que tendían la rede de agua potable para que cada pueblo fuera dotado del vital líquido, enviar brigadas de Salud, repartir desayunos escolares a los Municipios, para que, estos a su vez, las hiciera llegar a las comunidades, apertura de caminos de terracería donde no había, y los que ya tenían, las empedraba o las asfaltaban. También, intensificó campañas de alfabetización.
El acercamiento con los ñähñus como funcionario de gobierno, aunado a las vivencias durante su niñez, aprovechando oportunidad dada por el Presidente Echeverría de atender a estos grupos marginados, se crearon los Consejos Supremos de grupos étnicos que pueblan en el país. Para que asociaciones fueran promotores y gestores, por eso, en unión con líderes locales del Valle del Mezquital: Apolinar Quiterio, Pablo Mendoza, Odilón Rebolledo, Constantino Sauz, Jesús Pedraza, Alfonso Salas y Octaviano Bibiano crean el Consejo Supremo Otomí, posteriormente, el término otomí es suplantado por Hñähñu, (CSH). Esto fue en 1975.
El antropólogo Maurilio Muñoz Basilio, fue Diputado Local en la cuadragésima Legislatura Constitucional, representando el Distrito XIII, Ixmiquilpan, tuvo contacto con diversos grupos sociales, pero con los marginados: “dio luz, señaló la ruta, enseño el camino para que los ñähñus interesados en contribuir en la mejora de sus familias y de ellos mismos, se esfuercen y contribuyan, no solo esperen la ayuda con la mano extendida, sino que contribuyan con trabajo, con voluntad, con ingenio para dejar atrás el estigma de ser un pueblo dependiente”. Esto dijo en cierta ocasión el profesor Roberto Pedraza Martínez expresidente del CSH, referido o a Maurilio Muñoz.
El Consejo Supremo Hñähñu es gestor de obras materiales, intercede ante instituciones estatales y federales para lograr la dotación de servicios necesarios a las comunidades, en la actualidad, ha extendido sus acciones para lograr la permanencia en trabajos en la Unión Americana, para brindar seguridad a los migrantes. Promueve fuentes de trabajo, entre estas actividades están: elaboración de piezas artesanales, la gastronomía, elaboración de prendas de vestir bordadas, creación de juguetes, artículos ornamentales de diferentes materiales, variedad de dulces típicos con productos de la región y de temporadas, y bebidas. Todo esto y más fue expuesto el pasado Primero de mayo del presente año, en polígono del balneario de Tepathe, Ixmiquilpan, Hgo.
El CSH, brinda asesoría jurídica, gestiona de becas para estudiantes sobresalientes y con limitaciones económicas, auxilia en las gestiones de documentación para quienes van en busca de trabajo en el vecino país. La ingeniero Anayeli Mejía Reséndiz , presidente de dicha organización, dijo que a pesar de la pandemia y de la ausente ayuda del ayuda de la federación: “ continuamos apoyando a los migrantes, las mujeres y a nuestros hermanos indígenas, a nivel nacional, somos de las pocas organizaciones en proporcionar servicios gratuitos en trámites migratorios, así como en documentos norteamericanos, gracias a la buena relación que tenemos con los cubes de migrantes , la embajada norteamericana, y los municipales, estatal y federal. Además, colaboramos con la UNAM, el Institutito Nacional de Migración y la Secretaría de Relaciones Exteriores”. Por cierto, en este evento artístico, cultural y social, se dio a conocer un material de entretenimiento para facilitar la enseñanza de la lengua hñähñu en la escuela de la comunidad de El Águila Santiago de Anaya, Hgo. elaborada por un grupo de cuatro estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán Izcalli de la UNAM.