A pie, en bicicleta, en carro o de rodillas comenzaron a llegar los primeros peregrinos a la Basílica Menor de Santa María Guadalupe, también conocida como la «Villita de Pachuca», para celebrar los 491 años de la aparición de la inmaculada en el Cerro del Tepeyac.
Desde las primeras horas de este sábado, el recinto religioso, ubicado sobre la avenida Juárez, abrió sus puertas para recibir a las y los feligreses de la capital hidalguenses y de comunidades aledañas, quienes acuden para agradecer o solicitar nuevos milagros «a la morenita».
Entre música, alabanzas y cohetes, los grupos de fieles arribaron a la Villita, cargando la figura de la Guadalupana, rodeada de flores, adornos y veladoras.
Dentro de la iglesia, las autoridades eclesiásticas retiraron una parte de las bancas de madera para hacer espacio para los peregrinos; además, se colocó un altar para representar la aparición de la Virgen a Juan Diego, según la tradición católica.
Vuelve vendimia: trajes, comida y flores
Afuera de la Basílica, los ambulantes volvieron a comercializar sus productos, comida, bebidas típicas de la temporada de frío, artesanías, artículos religiosos, así como la tradicional vestimenta alusiva a Juan Diego y a la Guadalupana.
Los costos van desde los 190 y hasta los 500 pesos, dependiendo del número de accesorios, como huaraches, listones, collares, sombreros, ayate, reboso, y manto, por mencionar algunos.
Se prevé que los puestos permanezcan hasta el próximo lunes 12 de diciembre, el día grande de la patrona de México, fecha en que se espera la mayor afluencia de peregrinos.