“Por fortuna, ya cambió el presidente del INE. Por cierto, ¡fuera máscaras!, ¡Ya se
fue a LatinUs! Bueno, ya se había quitado la máscara pero se quitó la segunda. O
sea, ahora resulta que es comentarista de LatinUs, que no es un medio de
comunicación, es un medio de propaganda”.
De esta forma tuiteó en días pasados la doctora Claudia Sheinbaum, Jefa de
Gobierno de la Ciudad de México, respecto al término del período de nueve
años de Lorenzo Córdova al frente del INE, quien apenas a unas horas de dejar el
cargo anunció su colaboración semanal con este medio, creado específicamente
para golpear y atacar las acciones emprendidas por el gobierno del Presidente
López Obrador.
Y no podía haber sido de otra forma. Desde que ocupaba el cargo, Lorenzo se
desempeñó más como un actor político con tendencias conservadoras que como
el árbitro imparcial para lo que fue designado en su momento.
En su primera participación, inevitablemente se dedicó a autoelogiarse por el “gran
trabajo” que realizó en sus nueve años al frente del Instituto Nacional Electoral y
aprovechó para criticar, ahora como “ciudadano común y corriente” el plan B de la
Reforma Electoral impulsada por AMLO.
Sostiene que la reforma pretende destazar al INE y que espera que los tribunales
regresen al orden constitucional – claro, no puede desaparecer la burocracia
dorada, con sueldos obscenos y prestaciones inimaginables para el grueso de la
población mexicana.
Para curarse en salud, se declara desde ya como “perseguido político” y que está
listo “para las batallas que vienen”. Más bien pienso que no tardará mucho en
seguir los pasos de Ricardo Anaya, de Silvano Aureoles y Francisco Javier García
Cabeza de Vaca, escondidos en Estados Unidos y a los ex presidentes Calderón y
Peña Nieto, autoexiliados en España, lejos del escrutinio público y de la justicia
mexicana.
Y los mexicanos damos la bienvenida a la nueva Consejera Presidente del INE,
Guadalupe Taddei Zavala, quien inicia manifestando: “A mí me toca respetar la ley
vigente y eso dicta la ley: que ganemos menos que el Presidente de la República y
bienvenida esa disposición”.
No olvidemos que por años, una mayoría en el Instituto incumplió con esta ley y la
nueva Presidenta iniciará poniendo el ejemplo, acatándose a dicho ordenamiento.
Señaló que respetará la postura de quienes todavía siguen en el INE amparados.
“Yo creo que es un respeto que tiene ida y vuelta…lo que sí les sé decir es que en
este momento esa Ley está vigente y hay que acatarla”.
Que vengan mejores tiempos para este renacer de la democracia mexicana y el
impulso a la Cuarta Transformación de la vida pública en nuestro querido México.
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