Nada hay de bárbaro ni de salvaje en esas naciones;
lo que ocurre es que cada cual llama barbarie
a lo que no forma parte de su costumbre
Montaigne
La historia es la ciencia de la cultura que relata todo acontecimiento humano a partir de la invención de la escritura. Es aproximadamente en 5000 a.C. cuando inicia la fase neolítica y de agricultura sedentaria para la humanidad en el Medio Oriente y algunas partes de Asia, India y el lejano Oriente. Europa es, culturalmente, el resultado de la compenetración de lo mediterráneo -grecorromano hebreo- y lo germano barbárico -así lo refieren los libros-, que se mezcla en mayor medida en el derecho de los reinos de la Edad Media, etapa de la historia que da inicio con la caída del Imperio Romano de Occidente y su capital en manos de los bárbaros, en el año de Roma 476 d.C.
Se consideran “las dos primeras globalizaciones de la historia”: el imperio griego macedonio de Alejandro Magno y el imperio romano (Barreau, Bigot). Con ello sabemos que Europa se va formando con la filosofía griega, las instituciones y el derecho romano y finalmente con la mitología judeocristiana de tipo monoteísta y la creencia en la existencia de un Dios único llamado Jehovah o Yahvé. El imperio romano recibe dos influencias culturales esenciales, la filosofía griega y la religiosidad israelita, más aún a partir del año 146 a.C. que es cuando Roma se lanza a la invasión de las ciudades griegas, cultura que se había librado del yugo de los persas con las célebres batallas de Maratón y Salamina en 490 y 480 d.C. respectivamente.
Alejandro Magno, heredero del trono de la antigua federación de poleis griegas, se lanza a la conquista de mundo conocido (Persia, Egipto, Turquestan e India), con lo que se divulga la cultura griega, que se mezcla con importantes elementos orientales y judíos, lo que marca el inicio del helenismo, el cual subsiste hasta nuestros días en gran parte de Occidente y otras partes del globo con elementos grecorromanos y germánicos.
La Biblia (algunos libros del antiguo testamento) y el decálogo de Moisés, junto con otros cuerpos normativos, forma parte de las fuentes históricas del antiguo derecho hebreo. En la Edad Media San Agustín y Santo Tomás -con muchos años de diferencia- estudian y recuperan respectivamente a los grandes filósofos griegos Platón y Aristóteles -este último quien había estudiado en su tiempo las constituciones de 158 ciudades Estado- y los adaptan al cristianismo, con una teología propia que subsiste hasta nuestros días.
Para los griegos antiguos, el tema de la justicia fue fundamental. Y el Derecho autónomo de cada una de sus poleis, o sea, los derechos helénicos, se fusionaron en distintas etapas con las tradiciones culturales y jurídicas romana, egipcia y judía, para crear un Derecho base común a todo el Mediterráneo. Posteriormente, con el paso de los años y con las invasiones y movimientos migratorios, al mezclarse también con las tradiciones germánicas procedentes del Norte de Europa, se gestó una nueva cultura europea occidental, ahora cultura noratlántica. Esta cultura, que es hoy la cultura dominante a nivel mundial, tiene su base en la herencia de todas estas culturas que son el cimiento de lo que hoy llamamos el mundo occidental.
Continúa…
* Salvador Franco Cravioto es escritor, académico y servidor público hidalguense,
nacido en Pachuca, México, en 1981.
