Con cubetas repletas de cempasúchil, palas y demás adornos, las familias llegaron al Panteón Municipal a honrar a sus difuntos en este Día de Muertos.
Salvador y Margarita Valdez así como Alejandrina Romero llegaron desde las 8:00 de la mañana para adornar la tumba en la que reposan sus padres y abuelos.
Desde hace dos décadas, ellos vienen año con año a dejar flores a sus seres queridos que poco a poco han partido, y entre música recuerdan como su papá les enseñó a trabajar desde los doce años y como los abuelos los llenaron de cuidados desde que eran unos bebés.
A unos metros, familiares de la señora María del Carmen Arcón Serrano adornan la tumba con flores artificiales: amarillas y naranjas en guirnalda.
«Es importante que se recuerde al ser querido que se nos adelantó» señaló Alma Rosa, quien llevó flores a sus suegra.
En tumbas más arriba, familiares arreglaban al son de la música, la gente cargaba en cubetas el agua desde las piletas y una misa se celebró a las 12:00 en punto, la hora en que llegan los adultos difuntos y parte las ánimas de los niños.
Fuera de las instalaciones, la gente hacía su compra de flor de cempasúchil y al llegar al recinto se dispersaba la aglomeración de personas.