Entre lágrimas y al grito de justicia, familiares, amistades y vecinos de Guadalupe y Joselín, despidieron a las hermanas de 23 y 25 años, quienes fueron asesinadas junto a su amiga Daniela en la colonia San Isidro, en el municipio de Santiago Tulantepec.

A dos días del triple homicidio, ocurrido en un domicilio de la calle Miguel Hidalgo, Marcial Sánchez y Balbina Garrido, padres de dos víctimas, recibieron los restos de sus hijas, los cuales serán trasladados a la comunidad de Atzingo, perteneciente al municipio de Zacatlán, Puebla.

Frente a las dos ataúdes cafés, que ya habían sido colocadas al interior de la carroza, el señor Marcial exigió a las autoridades encontrar a los «desgraciados criminales» y ponerlos tras las rejas; doña Balbina permanecía con el rostro hacia abajo, llorando, con un chupón en las manos pues su hija Guadalupe tenía cuatro meses de embarazo.

«No están solos», gritaron vecinas y vecinos que acompañaron a la familia, portando globos blancos y dando testimonio de Guadalupe y Joselín, que eran laboratorista clínica y estudiante de Criminalística, respectivamente.

En entrevista, el padre de las víctimas contó que se reunieron con el encargado de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, Francisco Fernández Hasbun, quien se comprometió a esclarecer el crimen.

No obstante, adelantó que habrá movilizaciones el próximo fin de semana para acelerar los trabajos de la carpeta de investigación que tiene la Procuraduría de Hidalgo.

Respecto a Daniela, amiga de las hermanas y tercera víctima, el señor Marcial señaló que la expareja de la joven originaria de Tijuana y su abuela ya estaban en Pachuca haciendo los trámites para recibir el cuerpo.

Se espera que esta tarde arriben los restos de las hermanas a Atzingo, en donde serán velados hasta mañana, viernes 2 de agosto; posteriormente se ofrecerá una misa en la iglesia de La Cumbre para finalmente recibir santa sepultura.