El 31 de agosto en medio del tráfico que inundaba la ciudad de México, la directora cinematográfica Jennifer Remba tomó la decisión de irse a Hidalgo en lugar de asistir a la premiación del Macabro Fest debido a que ya iba tarde, pero unos minutos después recibiría un mensaje que cambiaría el rumbo de su vida.

Una foto donde aparecía su nombre junto al título de su cortometraje “Té de ruda” y la palabra “¡Ganaste!, hizo que se desviará hacia el Centro Cultural de España. Llegó tarde pero Lex Ortega, quien fue el diseñador sonoro del cortometraje y uno de los homenajeados del festival recibió el premio.

“Al principio estaba muy frustrada de no haber estado allí. No me lo esperaba, pero me siento muy feliz porque era algo con lo que soñé por mucho tiempo: mi sueño era que me seleccionarán en el festival pero el premio fue un extra y superó todas mis expectativas”, señaló en entrevista con Síntesis.

“Té de ruda”, que se alzó como mejor cortometraje mexicano de terror, trata de una joven adolescente que escapa de su esposo, un general porfirista, para practicarse un aborto. Llega a una hacienda que perteneció a su familia y en ésta sen encuentra el recetario de su abuela.

“Allí encuentra la receta de “Té de ruda” pero está medio incompleta porque el libro está muy deteriorado, pero aún así decide tomárselo; a la par es acechada por unos rugidos de bestia que resulta ser su propia oscuridad interna y termina asumiéndola para liberarse de la relación de violencia en la que vivía”.

Este cortometraje, que fue el producto final de su maestría y de una investigación sobre la producción artística como medio de producción de conocimiento, fue grabado durante cuatro días en Villa de Tezontepec con la participación de más de 20 personas..

La protagonista, Carla Enciso, una joven abogada y escaramuza que no había actuado antes, recibió una nominación en Estados Unidos por encarnar a Isabel.

A ella la seleccionó tras haber grabado un documental sobre escaramuzas y a Ramón Medina, quien cuenta con una larga trayectoria en actuación, lo buscó tras imaginarselo siempre como el general.

Desde un inicio sabía que grabaría en Villa de Tezontepec, pues conoció una hacienda por una carne asada que se hizo en dicho lugar. En el proyecto participaron sus alumnos de la Academia de Cines Digitales de Hidalgo.

Su amor por el cine nació cuando vio Toy Story por primera vez y su amor por el terror cuando vio El extraño mundo de Jack, aunque deseaba encaminarse profesionalmente a dicho arte, al no haber licenciaturas en cine en Guanajuato terminó dedicándose a la Gestión Cultural.

Años después, la directora de 33 años pudo realizar un diplomado en Realización Cinematográfica y actualmente se encuentra estudiando un doctorado en Estudios Críticos de Género con una investigación del cine de terror hecho por mujeres.

Por el momento está trabajando en la postproducción de un cortometraje que grabó en China y en un proyecto muy importante que aborda el género y el terror: “estoy muy emocionada por colaborar con personas muy importantes del terror”.