*Con una década de experiencia en el maquillaje profesional, Karina Torres ha logrado destacar por su talento y constancia. Este 2025 formó parte del Fashion Week New York, un logro que impulsa su carrera y reafirma su pasión por transformar la belleza en arte.

Reconocida por su talento y dedicación, Karina Torres se ha convertido en una de las maquillistas más destacadas de la región. Su constancia y amor por la belleza la llevaron este año a cumplir uno de sus mayores sueños: participar en el Fashion Week New York 2025, donde fue parte del equipo de artistas encargados del maquillaje de las modelos en pasarela.

Para Karina, el maquillaje es mucho más que una técnica. “Cuando empecé era algo muy básico, lo que te enseñaban era lo esencial. Con el tiempo entendí que no se trata solo de tomar una brocha y aplicar producto; es una forma de expresión que transforma y comunica”, compartió durante la entrevista.

La profesional destaca la importancia de mantenerse en constante preparación. “Hay que informarse, conocer las tendencias, saber de moda, de colecciones, de lo que viene. Estar al día es fundamental para seguir vigente”, afirmó.

Su experiencia en Nueva York representó un parteaguas en su carrera. “Fue algo increíble. Maquillar a modelos en un evento internacional, compartir técnicas con otros artistas y ver tu trabajo reflejado en la pasarela es indescriptible. Estás contra el tiempo, en un ambiente lleno de energía y creatividad”, recordó con emoción.
Su propósito ahora es regresar a Fashion Week y alcanzar nuevos escenarios. “Me gustaría participar en Europa, en París o Milán. Es uno de mis grandes sueños”, añadió.

Además de este logro, Karina Torres ha consolidado su propio estudio de belleza, un proyecto que comparte con una socia y que nació con la intención de ofrecer servicios especializados para novias, quinceañeras y eventos sociales. “La idea ya existía, pero después de participar en Fashion Week sentí la necesidad de plasmarlo en físico, de llevar estos servicios a más personas”, comentó.

El camino no ha sido sencillo. Karina enfrentó etapas difíciles, como cuando tuvo que cerrar su primer salón por motivos familiares. “Fue una etapa muy dura, pero también me enseñó a valorar mi tiempo y mi vocación”, compartió.

Hoy, con una carrera sólida y un estudio en funcionamiento, asegura que su mayor motivación sigue siendo la satisfacción de sus clientas. “Ver cómo llegan y cómo se van, su sonrisa frente al espejo, saber que se sienten seguras y felices, es mi mayor recompensa”.

Antes de concluir, deja un mensaje para quienes desean abrirse camino en el maquillaje profesional:
“Que lo hagan con pasión. No se necesita empezar con las mejores marcas, sino con amor por lo que se hace. Cuando trabajas con entrega, la vida se encarga de llevarte a donde sueñas”.