Sin sobresaltos en los precios de las gasolinas y diésel han transcurrido en Pachuca los dos primeros días tras la liberación de precios en todo el país.

En Hidalgo el comportamiento de los consumidores fue reportado como “el habitual”, si bien algunos de ellos se mostraron molestos ante la posibilidad de que los combustibles se encarezcan con la liberación. “Todo sube y sube, menos los salarios… ya no alcanza para nada”, se dijo.

Expendios ubicados en el bulevar Nuevo Hidalgo, en la avenida Revolución Mexicana, en la avenida Juárez y en el bulevar Felipe Ángeles reportaron precios sin cambio: gasolina Magna, 15.82 pesos el litro; Premium, 17.56 pesos, y el diésel, 16.77 pesos.

La liberación de precios de los combustibles, determinada por la Comisión Reguladora de Energía, obedece a la decisión del organismo de adelantar la quinta y última etapa de flexibilización del mercado.

Despachadoras de expendios en Pachuca informaron que el comportamiento de los consumidores no se modificó, pese a que la noticia de la liberación total de los carburantes en el país se difundió profusamente.

No, todo normal… las ventas igual que siempre… sin compras de pánico”, comentó Memo “N”, despachador en un expendio ubicado en el bulevar Felipe Ángeles, a la altura de San Antonio el Desmonte.

En los recorridos por estos expendios pudo observarse una actividad tranquila en los mismos, en donde, de acuerdo a los despachadores, el grueso de los consumidores “viene por 100 pesitos de gasolina, Magna principalmente.”

Aunque fue muy difundida la noticia de la liberación, adelantada, de precios de carburantes, las actividades fueron normales. “Pues sí, de que puede subir  la gasolina, puede subir, pero yo no tengo más dinero, voy a seguir cargando lo mismo, lo que sí, que el coche ya lo utilizo sólo para salir a trabajar”, aseguró Joaquín Benítez Díaz, vecino de la colonia Santa Matilde.

 

Con la sartén por el mango

Lorena Guzmán Pineda, vecina de la colonia Villas de Pachuca, comentó que finalmente son los consumidores “los que tenemos el sartén por el mango; si dejamos de comprar no pueden subir  los precios, pues menos compraremos, simplemente porque no nos alcanza para hacerlo.”

Como ama de casa, dijo, recorre la colonia para comprar el pan, las verduras, ir al tianguis, y recoger al niño de la escuela, “pero no en coche, sino en bicicleta, y sólo si tengo que ir al centro o a un supermercado, me llevo el  carro.”

Pero hay quienes, por cuestiones de tiempo, deben utilizar el auto para desplazarse. “Vivo en Téllez, y para llegar al centro, donde trabajo, me toma hora y media en transporte público, así que ni modo, me llevo el carro. Pero cuando regreso a la casa, para andar cerca, ya me compré mi bicicleta”, asegura María Carolina Zepeda.

El malestar de los consumidores por un posible incremento a los precios de las gasolinas es generalizado. “Como siempre, se esperan a que recibimos aguinaldo para subirlo todo… menos los salarios, que ya no alcanzan para nada. Definitivamente a nuestros diputados, al gobierno, lo menos que les importa es el bienestar de la gente común y corriente”, afirmó Benítez Díaz.

Por lo pronto, quienes cargaron gasolina este jueves y viernes pagaron los mismos precios que se manejaron al inicio de la semana.