El término felicidad es definido de diferentes maneras, sin embargo, para la presente entrega me apoyó en el diccionario de la Real Academia Española: “estado de grata satisfacción espiritual y física”. Para lograr el añorado estado placentero hay que valerse de varios recursos, el baile o la danza es una alternativa para disminuir la depresión, ansiedad, o el estrés. Además, la danza es un recurso para socializar entre los integrantes del grupo y con el público, de esta manera artistas y público se sumergen en la felicidad.

La felicidad es un estado anímico que otorga muchos beneficios al cuerpo y al alma, hay varias formas de merecer de estado psíquico y espiritual, uno de los métodos es cómo lo sugiere la multidisciplinaria Vicki Baum: “Hay atajos para la felicidad, y el baile es uno de ellos”. Tal expresión se debe a su profesión de enfermera, guionista escritora y periodista de origen austriaca y nacionalizada estadounidense

 Baile y danza son parecidos por ser ejecutados con movimientos corporales, siguiendo el ritmo de música tocada con diversos instrumentos u objetos. Sin embargo, para el uruguayo  Asuncao, Fernando,  en su obra orígenes de los bailes tradicionales en el Uruguay distingue: “el baile tiene un carácter popular y cierta libertad, que permite  la libre expresión según sus sentimientos pudiendo variar o adaptar su forma básica. La danza, en cambio encierra un carácter ceremonial, con reglas de interpretación fija con simbolismo cultural trascendentes”.  La danza requiere de arduo trabajo la de prepararse bajo la conducción de un instructor o profesora con experiencia o con sapiencias innatas en este arte.

La danza es forma de expresión de acuerdo a las costumbres de grupos humanos, es medio de comunicación entre los hombres, es solicitad y agradecimiento a la naturaleza por sus bondades, es correspondencia a los astros por su ayuda y gratitud a deidades ancestrales. También, la danza ha servido para infundir fuerza de voluntad para realizar actos de acometividad y de confrontaciones bélicas. La danza es un modo de cortejo y de ejercicio físico

La danza es creada por el coreógrafo, es el inventor de la composición del cimbrado, es el escritor de danza, porque también se escribe los movimientos efectuados, la estructura de los movimientos, fijación de pasos, evoluciones, ritmos, tipos de saltos; espacios y tiempos. El primer coreógrafo que registra la historia es Doménico Piacenza, Doménico da Ferrara, También registrado por Domenichino di Piacenza o bien por Domenichino de Ferrara.  En 1450 escribió el primer manual de danza, este merito le valió para adquirir el grado de caballero.

La danza para ser ejecutado con profesionalismo se requiere de disciplina, virtud forjada desde temprana edad para adquirir flexibilidad, concentración para coordinar movimientos con la música, fuerza en determinadas partes del cuerpo, orientación en los espacios, excelente capacidad auditiva.  Y muchas horas de ensayos.

La importancia de la danza en las Bellas Artes es reconocida por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La organización supranacional declaró en 1982 que el 29 de abril como el Día Internacional de la Danza, las celebraciones se realizan en 150 países. Y en México no es la excepción, se realizan eventos conmemorativos en diversas partes con danzas:  folclórica, étnica, moderna; clásica y de Jazz. Entre otras.

La danza es lenguaje en la temporalidad y expresión en la espacialidad, por eso, Curt Sachs, compositor, etnomusicólogo, teórico de la música, historiador de la música y académico de origen alemán y nacionalizado estadounidense, expresó sobre el arte de la danza: “la danza es la madre de todas las artes, la música y la poesía existen en el tiempo; la pintura y la escultura en el espacio. Pero la danza vive en el tiempo y en el espacio”.