La historia de los pueblos es construida por trozos de aportaciones e ingenios de mujeres y hombres eminentes, los actos, conocimientos, razonamientos e ideales han sido luces para continuar en senderos elegidos en forma personal o grupal. Las aportaciones y enseñanzas han sido y son para brindar respeto por el legado que dejan en el presente y la descendencia. La sabiduría suministrada para que la inquietud continué cultivando y multiplicando. He aquí el llamado: “El deber más santo de los que sobreviven es honrar la memoria de los desaparecidos”. Expresión emitida por el insigne Alfonzo Reyes Ochoa, más conocido por Alfonso Reyes.
Alfonso Reyes es de los gigantes en la literatura mexicana y de reconocimiento universal por la vasta aportación legado en el mundo de las letras, a través de la pluma cultivo, el ensayo, poesía, teatro poesía; traducción y ejerció la crítica literaria. Por eso, el renombre fue ganado por su extensa producción literaria, durante varios años fue guía de jóvenes liberales, porque el mismo estuvo preocupado por las circunstancias del México de su tiempo, en su tierna juventud co-fundador de “Ateneo de la Juventud”, junto con Antonio Caso, José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña.
La erudición característica en él, la combinó con el espíritu humanista propio, conminó a los leyentes llevar a la práctica de los valores universales, dejó la encomienda siguiente en uno de sus ensayos:
“El bien no debe confundirse con el interés particular en este o en el otro momento de nuestra vida. No debe confundírselo con muestro provecho, nuestro gusto o nuestro deseo. El bien es un ideal de justicia y de virtud que puede imponernos el sacrificio de nuestros anhelos, y aun de nuestra felicidad o de nuestra vida. Pues es algo como la felicidad más amplia y que abarcase a toda especie humana, ante la cual velen menos las felicidades personales de cada uno de nosotros”.
Alfonso Reyes es considerado excelente prosista del siglo XX en el mundo, en sus poesías destaca las metáforas cargadas de lo hermoso, excelso y de signos, comparto un fragmento de su pieza poética. Sol de Monterrey:
No cabe duda de niño,
a mí me seguía el sol.
Andaba detrás de mi
como perrito faldero;
despeinado y dulce,
claro y amarillo:
ese sol con sueño
que sigue los niños.
……
(El fuego de mayo
me armo caballero:
yo era el niño andante,
y el sol, mi escudero).
La claridad de su pensamiento y habilidad de plasmarlo en papel le permitió haber escrito su primer libro a los 21 años, a los 24 años obtiene el título de Licenciado en la Universidad Nacional de México. Exiliado en España en 1914 a 1920, en la madre paria escribe sobre poetas barrocos y algunas obras, además se dedica al periodismo. A partir de 1920 a 1922, secretario de la Legación de México en España, encargado de negocios en España, de 1922 a 1927 ministro en Francia. Embajador en Argentina de 1927 a 1930, Brasil de 1930 a 1935 de nuevo es embajador de Argentina de 1936 1937 y en Brasil en 1938. Además, homenajeado con el doctorado honoris causa por la Universidad La Sorbona de Paris y por la Universidad de California EE.UU. entre otras.
Alfonso Reyes consiente del apremio de difundir el pensamiento de escritores en los idiomas inglés y francés se da a la tarea de traducir algunos títulos para ser publicados en editoriales de prestigio en México. Los títulos son los siguientes: Pequeña Historia de Inglaterra, Gilbert K. Chesterton,El Candor de Brown, Gilbert, K. Chesterton. Olalla, Robert Louis Stevenson. Viaje sentimental por Francia e Italia, Laurence Sterne, El hombre que fue jueves, Gilbert K. Chesterton. Ortodoxia, Gilbert K. Chesterton, La organización política, G. D. H. Cole, La organización política, G. D. H. Cole,Eurípides y su tiempo, Gilbert Murray, Introducción al estudio de Grecia, Alexander Patrie. Historia de la Literatura Griega, C. M. Bowra. Mallarmé entre nosotros, Alfonso Reyes, La Ilíada de Homero, traslado de Alfonso Reyes.
Por el arte de trasladar pensamientos emanados de otras latitudes y traducirlos a idioma español. Alfonso Reyes: “Una lengua es toda una visión del mundo, y hasta cuando una lengua adopta una palabra ajena suele teñirla de otro modo, con cierta traición imperceptible. Una lengua, además, vale tanto por lo que dice como por lo que calla, y es dable interpretar sus silencios”.
Alfonso Reyes se le conoce también por “el regiomontano universal” el seudónimo de debió por haber nacido en Monterrey Nuevo León el 17 de mayo de 1889, hijo del General Bernardo Reyes, distinguido en la política desempeñó el cargo de gobernador y militar, el esmero demostrado es premiado al ser nombrado Ministro de Guerra en cierta etapa de gobierno de Porfirio Díaz.