De acuerdo a como se esperaba, llegados los tiempos electorales más álgidos, hay actores y partidos que tiene como estrategias entrar en una etapa de “guerra sucia”, para desprestigiar a sus contrincantes, pero lamentablemente hay quienes se asegura que ponen todo su empeño y recursos a su alcance para poder lograr sus más negros propósitos políticos, que son los de llegar o mantenerse en el poder sin importar lo que se tenga que hacer.

Es lamentable que se tenga que recurrir a estas prácticas políticas como estrategias para conseguir algo, porque bien mal es un ejemplo que le damos a las nuevas generaciones que desafortunadamente, ya ven como algo muy normal la violencia, las trampas y todo aquellos que siempre se nos ha dicho que no se debe hacer, y que sin embargo, es algo muy cotidiano y que no hay forma de ocultarlo a quienes vienen detrás de nosotros muy de prisa para ordenar a una colonia, poblado, municipio o país, lo peor de todo es que en el caso de México no hay bases para ello.

Estos momentos en que el país entero se desenvuelve en una crisis política y de valores, de acuerdo con algunos sociólogos y politólogos, es necesario hacer un esfuerzo que permita demostrar más al interior que al exterior que al menos algo de puede hacer bien y con total transparencia y legalidad como tanto se pregona, pero que desafortunadamente no se practica, porque todo parece indicar que son más fuertes los intereses personales y de grupo, que todo aquello en lo que pueda repercutir y no de manera positiva necesariamente todo lo que en estos momentos se hace.

Lo peor de todo, es que sí una autoridad actúa mal, prácticamente obliga a los demás a incurrir en fallas como puede ser en algo que está muy de moda, como lo es el robo de combustible y que las autoridades dicen atacar, pero que a la vista de todos no sucede nada y la situación es cada día más grave; pero además, traerá consecuencias que nadie se ha atrevido a definir porque simple y sencillamente a nadie parece interesarle y porque se temen peores condiciones de inseguridad al quedarse sin ingresos los grupos delictivos que han sido, según datos oficiales, los más beneficiados. Aunque algunos involucrados afirman que realmente este problema no se va a terminar hasta que funcionarios dejen de meter las manos y beneficiarse.

Además de que todo esto no solamente repercute en el ámbito social, sino también en el político, donde en estos momentos en que se tiene que dar un ejemplo y dejar un antecedente histórico de que las cosas se pueden hacer bien, nadie lo hace por estar.

Quienes pueden hacerlo en evitar que a los diferentes niveles de gobierno lleguen personas que puedan investigar su pasado, bienes y todo aquello que tienen y que en toda una vida de trabajo hubieran logrado de forma lítica, además de no querer perder la oportunidad de gozar por muchos años más de esos privilegios.

Sin embargo, en los tiempos políticos actuales de acuerdo con el mismo grupo de sociólogos y politólogos, nadie da muestras de que quiera hacer todo lo contrario y por ello recuren a prácticas sucias, que de entrada descalifican y que por otro lado es algo que saben que les puede permitir seguir o llegar a los mejores cargos de poder público donde una vez instalados e olvidan de todo y dan paso a una vida no pensada ni imaginada sin importar que quienes lo apoyaron sigan en las mismas condiciones de marginación, por lo que es necesario dicen ya muchas voces, salir el primer día de julio a ejercer la oportunidad de elegir entre estar no mejor sino peor o dar el beneficio de la duda a otros más, de los que nadie sabe si realmente puedan resultar mejores o peores, y por eso el riesgo ahí está en las urnas.