Con producción más que suficiente de carne de cerdo en el estado, los consumidores hidalguenses no resentirán efectivos negativos de la aplicación de aranceles a las importaciones de esta carne de origen estadounidense, aplicados por el gobierno mexicano.
“Si se importa cerdo en Hidalgo, pero principalmente de Canadá, y se trata de vísceras y de piernas, que por razones de costumbre, allá no se consumen, y que se venden muy baratas en supermercados”, afirmó Jesús Gutiérrez Castillo, presidente de la Federación de Tablajeros de Hidalgo.
Por el contrario, aseguró, carne de cerdo mexicana, de excelente calidad, está siendo exportada a países de oriente, como Japón.
La carne de cerdo que se importa de los Estados Unidos congelada, tiene como destino el mercado de los estados del norte del país, afirmó el tablajero.
“En Hidalgo contamos con muchos criaderos de cerdo, que entre paréntesis, es ahorita la mejor carne pues están sujetos a mucho control sanitario, como para atender nuestro mercado sin que se incremente el precio”.
Es carne fresca de cerdo que se vende a un precio promedio de 100 pesos el kilo de maciza, frente a la carne de res, cuyo precio fluctúa entre los 150 y 160 pesos el kilogramo.
En México se importa más carne de cerdo de Canadá que de Estados Unidos, aseguró Gutiérrez González, por el bajo precio de la misma.
“Llegan a México las cargas de piernas que llamamos en combo, pues en Canadá no se consumen, por sus costumbres, además de las vísceras, patas, cabeza, que tampoco se comen allá, sabrá Dios por qué, pero que aquí se venden baratas”, explicó.
Esto permite que en los supermercados se venda pierna de cerdo congelada muy barata, importada, “que luego venden hasta en 38 pesos el kilo”.
Sin embargo, la preferencia de los pachuqueños se inclina por la carne de cerdo fresca, que aunque más cara, está sujeta a férreos controles de calidad y sanidad.
Con la apertura de las fronteras mexicanas a la importación de 350 mil toneladas de carne de cerdo importada de Europa y América Latina, será una importación paulatina, conforme a las necesidades del mercado, “que al menos por lo que toca a Hidalgo, no las necesitamos, producimos bastante”.
