Analiza la candidata de Por Hidalgo al Frente, Darina Márquez Uribe, iniciar una denuncia colectiva por violencia política de género, como la que asegura haber sufrido durante el debate entre aspirantes al senado de la República del pasado domingo en la región de Tula de Allende.
En conferencia de prensa, para dar a conocer los pormenores de sus actividades de campaña y de su intervención en el tercer y último debate, la abanderada de los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, aseguró que es necesario acabar con este tipo de acciones contra las mujeres que buscan incursionar en política para hacer algo por sus lugares de origen, estado y país.
“Después de haber señalado que no tenía intención alguna de presentar una queja formal por lo sucedido en el debate que es calificado como violencia política de género, surgió la propuesta de un encuentro con las aspirantes que han sido agredidas en todo el estado, porque mientras no se haga algo para combatir este tipo de violencia, esta seguirá presentándose y muchos de los casos pueden quedar en la impunidad”.
Luego de asegurar que la agresión, bajo ninguna circunstancia es una opción para descalificar a los contrincantes, principalmente en foros mediante los cuales se tienen las mejores oportunidades de presentarse ante la ciudadanía, por lo cual aseguró que ante las circunstancias que se dan en estos foros por parte de algunos aspirantes para descalificar principalmente a las mujeres, es necesario actuar para que nadie más abuse de estas oportunidades que son para que la población conozca a los candidatos y sus propuestas.
“Creo que también falta recuperar la confianza en las figuras políticas y nuestros representantes, porque aquellas y aquellos que en su momento han levantado la voz, no se le da seguimiento y pierde credibilidad y justamente por eso venimos una nueva generación que busca que la política de haga diferente para recuperar esa confianza de la ciudadanía y ponernos a trabajar”.
De igual manera, la candidata aseguró que en caso de que los resultados le fueran adversos en las urnas el primer domingo de julio, aceptará los resultados siempre y cuando estos sean transparente, al asegurar que es la ciudadanía la que tiene la última palabra respecto a las personas que quiere como autoridades o representantes populares.
