Seres humanos poseedores de alto grado de imaginación, con entelequía superior, o bien, pensamientos ingeniosos, son considerados creadores del mundo espiritual, hacedores de inventos tecnológicos y autores de conocimientos científicos. El producto de su riqueza en imaginación es plasmado en teorías científicas, ostentaciones novedosas y en obras artísticas.
Las sabidurías que los caracteriza permiten poseer visión futurista, es decir, se adelantan a su tiempo, razón por la cual a veces son considerados por simples fantasiosos. Sin embargo, al trascurrir el tiempo sus vaticinios se vuelven realidades. La literatura por ser campo del arte se han escrito cuentos, novelas, obras de teatro y realizado películas con apariencia de ser sucesos de ficción.
Muestra de estos adelantos es el siguiente fragmento de Aleksandr Isáyecich Solzhenistsyn: “La humanidad se ha vuelto una, pero no firmemente una como solían serlo las comunidades o hasta las naciones; no está unida por años de experiencia compartida, ni tampoco por la posesión de un mismo ojo afectuosamente llamado maldito, ni aún por un idioma nativo común, sino sobrepasando todas las barreras, por medio de las publicaciones y las transmisiones internacionales”. Palabras vertidas en 1970. Es decir, se ha mundializado o globalizado no solo el factor económico y tecnológico, sino también aspectos de diversión y entretenimiento y este hecho fue distinguido mucho antes en temas culturales y artísticas.
Las trasmisiones de medios auditivos y visuales difundiendo los juegos de balompié me llevan a continuar escribiendo sobre otro literato ruso por ser sitial de la Copa Mundial Rusia 2018, organizada por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). Por resultante, les comparto sobre la aportación literaria de Aleksandr Solzhenitsyn, como es más conocido en el mundo de las letras, el connotado literato fue distinguido con la presea Premio Nobel de Literatura en 1970.
Aleksandr Solzhenitsyn se distinguió por ser literato crítico del sistema político socialista, él mismo padeció los cambios que implementaron los líderes de esos momentos, por eso mismo difundió: “En diversos momentos a través de los años he tenido que demostrar que el socialismo, que para muchos pensadores occidentales es como una especie de reino de justicia, estaba, de hecho, lleno, lleno de represión, de codicia burocrática y corrupción y avaricia, y [siendo] consiente en sí mismo, ya que el socialismo no puede llevarse a cabo sin la coerción”. En este sistema político prevalece la contención de los derechos elementales como el de pensar y expresar.
La afición por la literatura la inició con el relato: Un día en la vida de Denísovich, publicado en 1962, donde narra los desconsuelos ocurridos los moradores de los campos de trabajo forzado de las Siberia, con temperaturas a más de 20 grados bajo cero. Continua con novelas: Nunca cometemos errores, La casa de Matriona, Por el bien de la cusa, Pabellón del cáncer, El Primer círculo, Agosto de 1914. En estas novelas plasmó su vida vivida por 8 años de ser preso y desempeñado trabajos rudos y anti – higiénicos. Para denunciar estos desconsuelos, también sirve la literatura, en palabras deAleksandr:
“La literatura que no es aliento para la sociedad contemporánea, que no se atreva a trasmitir los dolores y temores de la sociedad, que no advierte a tiempo las amenazas contra la moral y los peligros sociales, no merece el nombre de literatura, sino es sólo una fachada”.
La literatura también es realista.
Los aportes en la realidad histórica de sus vivencias las plasmó en ensayos reportajes: Archipiélago Gulag I, Archipiélago Gulag II, Archipiélago Gulag III, obras que condensan datos para la historia, Porqué para Aleksandr Solzhenitsyn.
“La Historia, en general, es una sucesión de violentas conquista y derrocamientos. Y aquel que más habilidad demuestra en los derrocamientos y con más firmeza se encarama a la silla, goza de la augusta bendición de la justicia, y de todos sus actos, tanto pasados como venideros, son legales y encomiables, mientras que los de menos afortunados adversarios son delictivos, punibles y merecen ser castigados con la muerte”.
Además, escribe los siguientes ensayos: Lenin en Zurich, Cartas a los dirigentes de la Unión Soviética y el libro de memorias: El roble y el terreno”. Por la capacidad extraordinaria que lo distinguió, escribió once títulos más, integrada en novelas y ensayos. Aleksandr Isáyecich Solzhenistsyn fue expulsado de Rusia en el régimen totalitario en 1974, regresa a su país en 1994, fue desterrado por desempeñar su virtud, virtud a las letras con honestidad y sinceridad, y esto tiene un costo, en sus sabias palabras: “El escritor ha de estar dispuesto a soportar la injusticia, y en eso está el riesgo de su misión”.
El escritor honesto consigo mismo, tiene la obligación moral de correr el riesgo. El celebre literato ruso nace en 1918 y muere en 2008 en su tierra natal.