Al conmemorarse 33 años y 1 año de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 respectivamente, durante el mediodía del miércoles se realizó un simulacro en el Palacio de Gobierno, que se desalojó en un tiempo récord de 6 minutos 21 segundos, de acuerdo con los organizadores.
Desde la una de la tarde, al interior de Palacio de Gobierno ya se encontraba personal con chalecos verde fosforescente, algunos de los cuales portaban cartelones con el piso del cual eran responsables.
En la lobby de gobierno también había un grupo de mujeres alistándose para el inicio del simulacro, mientras los oficiales contaban los minutos para el inicio de la evacuación.
No obstante, algunas personas con gafete y algunos visitantes se salieron antes del arranque del simulacro.
Afuera ya esperaban también algunas personas con chaleco fosforescente, y en la Plaza Juárez había estacionadas en un extremo unidades de Protección Civil, Bomberos y una ambulancia de Cruz Roja.
A las 13:17 dio inicio el simulacro con el ulular de las sirenas de alerta, y comenzó la salida del personal de Palacio de Gobierno, del cual entre los primeros en salir fueron personas con silla de ruedas, así como empleados de gobierno y visitantes, algunos acompañados incluso por niños con el uniforme de sus escuelas, al tiempo que el secretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar salía escoltado por su comitiva.
Todos los evacuados se reunieron al centro de la Plaza Juárez, donde el secretario de Gobierno, flanqueado por la secretaría de Finanzas, Delia Jessica Blancas Hidalgo, por el subsecretario de Protección Civil, Jorge Arturo Lucio Suárez; por el comandante de bomberos, Saúl Márquez Guevara y por el comandante del 96 batallón de infantería, Bernabé Lázaro Castellanos quienes portando cascos blancos y chalecos verdes, aguardaban que saliera el último evacuado.
Al concluir la evacuación, el parte que se dio sobre este simulacro de sismo de 7.1 grados en escala de Richter con hipótesis de incendio en el tercer piso de palacio, que se desalojó en 6 minutos 21 segundos, un tiempo récord según se dijo, al ser evacuados mil 356 personas en su totalidad, de los cuales mil 146 son empleados y 210 eran visitantes en el momento que se activó la alerta sísmica.
El incendio simulado manejó dos lesionados por fuego, un desmayado y una persona histérica, quienes fueron ayudados por brigadistas y trasladados a puestos de socorro, mientras los dos heridos simulados, eran llevados a la ambulancia de la Cruz Roja.
Al respecto, Simón Vargas Aguilar manifestó su agradecimiento a nombre del gobernador, a los equipos conformados por 203 servidores públicos brigadistas, divididos en secciones de evacuación contra incendio, búsqueda y rescate, así como primeros auxilios e información.
“Su compromiso y amor al prójimo no solo queda manifiesto el día de hoy, sino en el tiempo invertido en cada una de las capacitaciones”.
Recordó que las tragedias sucedidas en 1985 y en 2017 representaron un parte aguas en la forma de vida de muchas de las familias de las zonas afectadas.
“Las dobles catástrofes irónicamente sucedidas el mismo día, convirtieron el dolor en trabajo incansable, el miedo en esperanza, el cansancio en fortaleza y la indiferencia en unión, y al final, los hemos mutado poco a poco en una lección de vida”.
Reconoció que el dolor fue estremecedor y muchos de los reunidos aún recuerdan las imágenes de una tarde de dolor de hace 33 años, con calles con filas de cuerpos, gritos sin consuelo y un llanto desolado, “un retrato que gracias a la prevención y a la tecnología fue menos grave el año pasado, pero aun así complicado de asimilar”.
Vargas evocó la memoria de quienes perdieron la vida en 1985 y en el 2017 en estos terremotos, “los invito a que honremos su vida de la mejor manera posible, ayudemos al prójimo, seamos solidarios, busquemos ser generosos y velemos siempre por el bienestar de aquellos que nos rodean”.
Al final se guardó un minuto de silencio y elementos del ejército tocaron una diana en su honor.