Con servicio de pipas con agua potable palían la situación los productores de leche de la Cuenca Lechera de Tizayuca, luego de una semana de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) les suspendiera el suministro de energía eléctrica, por falta de pago, al pozo que abastece del líquido a esta cuenta.

Cada res toma 95 litros diarios de agua, y estamos hablando de 15 mil vacas y 8 mil becerras”, afirmó este martes el dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, y productor de Tizayuca, Álvaro González Muñoz.

Desde el pasado 20 de septiembre, cuando la CFE realizó el corte de suministro eléctrico, “día y noche estamos abasteciéndonos de agua a través de pipas, para evitar que se nos muera el ganado”, aseguró el productor.

Sin embargo, esta situación no podrá resistirse por tiempo indefinido, dijo González Muñoz, para alertar que están en riesgo, además de la vida de los animales, más de dos mil empleos que se generan en la cuenca.

Inmerso en negociaciones, el líder de los productores de leche en el país dijo que este martes visitaría su establo y recorrería la cuenca para dar un informe de la afectación registrada.

Aceptó el productor de leche que se tiene un adeudo con la CFE, debido a la crisis económica que vive el sector, pues registra pérdidas del 45 por ciento en el costo de producción. “Estamos resistiendo casi de milagro; los que pueden, malbaratan sus reses; los que no, no podemos dejarlas morir”.

Con precio justo, leche suficiente sin importaciones
González Muñoz festejó la férrea defensa que hacen de la producción nacional de leche autoridades… en Canadá.

Sobre lo afirmado por la Cámara Nacional de la Leche (Canilec), en el sentido de que productores nacionales podrían sustituir el 50 por ciento de la leche que se importa en México, el productor hidalguense aseguró que con el precio justo, los productores mexicanos pueden abastecer todo el mercado nacional.

“En condiciones justas, en donde ganen las empresas envasadoras pero también los productores, podemos sustituir la importación de cinco mil millones de litros anuales de derivados lácteos que no son leche, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana”.

Cerrar o limitar el acceso en las fronteras a la leche en polvo y derivados lácteos importados  permitiría no solo abastecer de auténtica leche a los mexicanos, sino además generar 100 mil empleos, por lo menos, aseguró.