Se enciende de nuevo el debate entre habitantes del faldas del cerro de San Miguel sobre el peligro que corren al estar asentadas sus viviendas en la zona tras el desprendimiento de una roca en una de las pendientes de este inmueble natural debido al reblandecimiento de la tierra por las constantes lluvias.
La roca que según el reporte oficial pesaba una tonelada y que calló sobre circunvalación Quetzalcoatl que es la última pendiente para acceder a la plazuela de la danza, no ocasionó daños a terceros, por ello como medida preventiva el área de seguridad publica pide a los atlixquenses y turistas no subir a la zona en esta temporada de lluvias para evitar percances.
Pero esa no es la única zona de las faldas del icono de Atlixco que representa riesgo, la barda perimetral del ex convento Franciscano denominado Santa María Acapetlahucan es una amenaza constante para las más de 100 familias que viven bajo de ella y que por desgracia la misma gente es la que ha debilitado los cimientos del mismo muro al tomar rocas de el para la construcción de sus viviendas.
Recientemente en entrevista el alcalde José Luis Galeazzi Berra indicó que los vecinos desde hace un año están avisados mediante oficio que se encuentran habitando una zona de alto riesgo, se les hizo la invitación a dejar esas casas con el fin de salvaguardar su integridad obteniendo una negativa de su parte.
Por lo que por parte de la administración municipal los recursos posibles hasta el momento están agotados y ya es responsabilidad de los ciudadanos que viven en la zona el permanecer ahí, en tanto cada año y cada temporada de lluvias se les hacen las recomendaciones correspondientes en caso que se presente algún desprendimiento de tierra.
Vecinos de la colonia Ricardo Treviño advirtieron estos derrumbes seguirán en los próximos días y el tamaño de las piedras también representan un riesgo, doña Marina Sotelo, una de las habitantes de la zona comentó al respecto de la caída de la roca: «a pesar de los constantes reportes, la dirección local de Protección Civil no ofrece una respuesta sobre esta situación. Cada año los deslaves son más evidentes en el cerro”.
